Moscú. Representantes del movimiento islamista palestino Hamás, en conflicto con Israel, se reunieron este jueves en Moscú con autoridades rusas, según informó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, sin proporcionar detalles adicionales.
“Puedo confirmar que representantes del importante movimiento palestino Hamás realizaron una visita a Moscú”, dijo Maria Zajarova, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, agregando que el viceministro iraní de Asuntos Exteriores, Ali Nagheri, también estuvo presente en la capital rusa.
Una fuente diplomática rusa informó posteriormente a las agencias de prensa estatales que las conversaciones con la delegación de Hamás, liderada por Musa Abu Marzuk, se centraron en los rehenes retenidos en Gaza por el movimiento palestino y en la evacuación de los secuestrados de nacionalidad extranjera.
La fuente no proporcionó información sobre los temas tratados con el diplomático iraní.
Durante las conversaciones con Hamás, Rusia hizo hincapié en “la liberación inmediata de los rehenes extranjeros en la Franja de Gaza” y planteó “asuntos relacionados con la evacuación de ciudadanos rusos y extranjeros del territorio del enclave palestino”.
Rusia informó que al menos 20 personas con doble nacionalidad rusa e israelí fallecieron y que dos fueron secuestradas en el ataque realizado por Hamás el 7 de octubre en el sur de Israel.
Además, cientos de rusos residen en la Franja de Gaza, la cual fue bombardeada continuamente por las fuerzas israelíes desde ese ataque.
A diferencia de Estados Unidos o la Unión Europea, Rusia no considera a Hamás como una organización terrorista y siempre mantuvo relaciones con dicha organización.
Moscú condenó el ataque de Hamás el 7 de octubre contra civiles israelíes, pero subrayó la necesidad de establecer un Estado palestino y advirtió a Israel sobre las consecuencias de una acción de represalia indiscriminada y mortal.
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Cerca de 220 israelíes, extranjeros o personas con doble nacionalidad, fueron secuestrados por los comandos de Hamás, que en su ofensiva del 7 de octubre mataron a más de 1.400 personas, la mayoría de ellas civiles, según las autoridades israelíes.
Los bombardeos israelíes dejan hasta el momento más de 7.000 muertos en Gaza, en su mayoría civiles, según las autoridades del enclave gobernado por Hamás.