Kiev. Rusia reiteró este martes la amenaza de utilizar armas nucleares, cuando se celebra el último día de los referendos para anexar cuatro territorios bajo su control total o parcial en Ucrania, votaciones que son consideradas como una “farsa” por Kiev y sus aliados.
El expresidente ruso y que ahora es el número dos del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvedev, aseguró que Moscú defenderá estos nuevos territorios que pretende incorporar tras los escrutinios con el empleo de “todas las armas rusas, incluyendo las armas estratégicas”.
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“Yo voy a repetirlo una vez más para los oídos sordos (...) Rusia tiene derecho a usar el arma atómica, en caso de que sea necesario”, afirmó. Al ser interrogado sobre las declaraciones de Medvedev, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, confirmó que coinciden con la “doctrina militar” de Rusia.
“La situación legal cambiará radicalmente desde el punto de vista del derecho internacional y eso tendrá también consecuencias sobre la seguridad en estos territorios”, dijo Peskov.
Esta amenaza nuclear que preocupa en Occidente coincide con el último día de los referendos en las regiones separatistas prorrusas de Donetsk y Lugansk (este) y también en las regiones de Jersón y Zaporiya (sur), bajo ocupación rusa.
Estas votaciones fueron organizadas en respuesta a la contraofensiva de Kiev, que con el apoyo de las armas occidentales recuperó miles de kilómetros cuadrados a los rusos desde inicios de setiembre, y recuerdan la estrategia utilizada para la anexión de Crimea en el 2014.
En total estas cinco regiones suponen un poco más del 20% de la superficie ucraniana. Este martes, el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que estos referendos pretenden “salvar a las poblaciones” que residen en estos territorios.
Éxodo de rusos
Los países del G7 juraron “no reconocer jamás” los resultados y Estados Unidos prometió incluso una respuesta “rápida y severa” por medio de sanciones económicas adicionales.
La Unión Europea (UE) indicó que considera que los referendos de anexión son “ilegales” e “ilegítimos” y advirtió que las personas que colaboraron en su organización serán objeto de sanciones. China, un aliado clave de Moscú, no criticó abiertamente los referendos, pero pidió respetar “la integridad territorial de todos los países”.
Ninguna de estas críticas o amenazas parece impresionar a Moscú, que organizó a toda velocidad la semana pasada estos referendos, en un contexto de avances militares ucranianos, abriendo cientos de colegios electorales en los cuatro territorios y en Rusia, para hacer votar a los desplazados por el conflicto.
Las autoridades indican que el mismo martes por la noche o en los días sucesivos habrá “resultados provisionales”. A continuación, el Parlamento ruso deberá votar un texto que formalizará la integración de las cuatro regiones en Rusia.
En el plano diplomático, la ministra de Relaciones Exteriores de Francia, Catherine Colonna, se desplazó a Kiev este martes para expresar su apoyo a Ucrania y para reunirse con el presidente, Volodímir Zelenski.
En esta fase del conflicto Rusia anunció una movilización de reservistas que busca reclutar unos 300.000 efectivos para su Ejército, que ha tenido como respuesta un éxodo hacia países vecinos. Este martes, esta tendencia fue confirmada por Georgia y Kazajistán, pero también se observa un desplazamiento hacia países como Finlandia o Mongolia.
“Yo no soy carne de cañón, no soy un asesino”, dijo a la AFP Nikita, un ruso de 23 años que cruzó la frontera con Georgia. Por su parte, el ministerio de Defensa de Rusia indicó que no va a solicitar la extradición de los miles de hombres que huyeron a países vecinos para escapar al reclutamiento.
Fugas en Nord Stream
En el terreno, Ucrania reivindicó el martes avances territoriales en el este y el gobernador de Járkov anunció que las fuerzas ucranianas recuperaron la localidad de Kupiansk-Vuzlovyi “uno de los nudos logísticos y ferroviarios” de la región.
Moscú por su lado, aseveró haber infligido grandes pérdidas a su adversario. En los últimos días, los ataques rusos con drones de fabricación iraní se multiplicaron, en particular en la ciudad costera de Odesa, un gran puerto del mar Negro, donde dos aparatos golpearon el lunes infraestructuras militares y provocaron un importante incendio y explosiones de municiones, según el mando militar ucraniano.
En tanto, los dos gasoductos Nord Stream que llevan gas ruso hacia Europa y que están fuera de servicio, registraron fugas inexplicables, indicaron Suecia y Dinamarca.
Rusia, por su parte, expresó que está “extremadamente preocupada” por estos fallos y añadió que no descarta “ninguna” hipótesis, incluido un sabotaje.