Severodonetsk. La ciudad ucraniana de Severodonetsk, una ciudad clave en la región oriental del Donbás, está a punto de caer ante las tropas de Rusia, cuyo gobierno acusó a Estados Unidos el miércoles de “echar leña al fuego” al incrementar la ayuda militar a Kiev.
“Los rusos controlan el 70% de Severodonetsk”, aseguró Serguéi Gaidai, gobernador de la región de Lugansk. Según él, la ciudad está “destruida en un 90%”.
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Los combates se libran de momento en esta urbe industrial, ubicada en la región de Lugansk, que junto a Donestk, conforma la cuenca minera del Donbás. Tras fracasar en el intento de tomar Kiev, la capital, Moscú centró su ofensiva en esta parte de Ucrania.
“Si en dos o tres días los rusos toman el control de Severodonetsk, instalarán artillería y morteros y bombardearán aún más intensamente Lysychansk”, la ciudad vecina situada del otro lado del río, aún bajo control de Kiev, añadió.
Ante el avance de las tropas rusas, el presidente estadounidense Joe Biden confirmó el martes el incremento de la ayuda militar a Kiev para poder “atacar con mayor precisión objetivos clave”.
Un alto responsable de la Casa Blanca precisó que se trata de los sistemas Himars, que, sobre vehículos ligeros blindados, pueden realizar lanzamientos múltiples de misiles muy precisos, con un alcance de 80 kilómetros. Estos equipos forman parte de una nuevo paquete de asistencia militar estadounidense a Ucrania de $700 millones.
‘Leña al fuego’
Tras el anuncio, el Kremlin acusó a Estados Unidos de “echar leña al fuego”. “Estas entregas no alientan a los dirigentes ucranianos a relanzar las negociaciones de paz”, reaccionó el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov.
En un artículo en The New York Times, Biden insistió en que Estados Unidos no le está dando a Ucrania “los medios para atacar fuera de sus fronteras” y que no busca “una guerra entre la OTAN y Rusia”.
Para algunos especialistas, los misiles Himars pueden alterar el equilibrio de fuerzas en el terreno, justo cuando el Ejército ucraniano retrocede en el Donbás. Pero otros matizan esta afirmación, ya que las tropas ucranianas necesitarán tiempo para aprender a usarlos.
En lo que sí coinciden es que puede mejorar la moral de los soldados. “Si sabes que tienes armas pesadas, todos se animan”, dijo un combatiente a la AFP.
‘Simplemente una locura’
El martes, un bombardeo de las tropas rusas alcanzó un tanque de ácido nítrico en una planta química en Severodonetsk. El compuesto es peligroso, por lo que el gobernador local pidió a la población permanecer en refugios y preparar mascarillas de protección.
“Los ataques del Ejército ruso en esta ciudad, bombardeos aéreos a ciegas, son simplemente una locura”, reaccionó el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
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Al oeste de Severodonetsk, en la ciudad de Sloviansk, periodistas de la AFP vieron edificios destruidos tras un ataque en el que murieron tres personas y otras seis resultaron heridas.
El miércoles, al menos una persona murió y otras dos resultaron heridas en Soledar, entre Sloviank y Severodonetsk, según la AFP. Un poco más al sur, los separatistas prorrusos afirmaron cortar una de las dos únicas carreteras que conducen a Avdiivka, situada cerca de la ciudad de Donetsk y que aún está controlada por Kiev.
Si Rusia y los separatistas logran hacerse con esta localidad sería una victoria simbólica para las tropas de Moscú y facilitaría la toma de Kramatorsk, ciudad estratégica del Donbás aún controlado por Kiev, que se sitúa 100 kilómetros más al norte.
Gas y petróleo ruso
Para apoyar a Kiev, la Unión Europea (UE) también envió armas a Ucrania y adoptó sanciones económicas sin precedentes contra Moscú. Esta semana, los líderes europeos acordaron un embargo parcial al petróleo ruso y los 27 también intentar reducir su dependencia al gas.
Para tratar de eludir las sanciones, Rusia exigió ahora el pago del gas en rublos y cortó el suministro a los países que se niegan a hacerlo. El miércoles, Moscú cortó el suministro a Dinamarca. También lo ha hecho con Países Bajos, Finlandia, Polonia y Bulgaria.
El gigante ruso Gazprom anunció que sus exportaciones de gas a países externos al exbloque soviético disminuyeron un 27,6% entre enero y mayo del 2022.
Las maniobras diplomáticas también se centran en desbloquear los puertos ucranianos en el mar Negro y permitir la exportación de los cientos de toneladas de cereales estancadas, que avivan los miedos a una crisis alimentaria mundial.
Y después de casi cien días de guerra, muchos ucranianos esperan evadirse durante 90 minutos de su realidad con el partido de clasificación para la Copa del Mundo de fútbol entre su selección y Escocia, el miércoles en Glasgow.
“Espero una victoria”, dijo a AFP Andriy Veres, en las calles de Kiev. “Es muy importante para el país, para todo el mundo, para los que son aficionados de fútbol, pero incluso para aquellos que no lo son”.