Viena. AFP Las potencias mundiales no consiguieron este martes en Viena ningún avance claro en las negociaciones de paz en Siria, donde combates entre facciones rebeldes dejaron decenas de muertos cerca de Damasco.
El Grupo Internacional de Apoyo a Siria (GISS), dirigido por Estados Unidos y Rusia, no consiguió fijar una nueva fecha para continuar las negociaciones y reforzar el inestable alto el fuego entre el régimen de Bashar al Asad y grupos rebeldes.
“¿Una nueva fecha? Por el momento, no voy a decir nada”, indicó el emisario de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, tras la reunión.
La guerra civil que estalló hace cinco años en ese país tiene otros frentes, que oponen a grupos rebeldes.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), nuevos combates estallaron el martes entre el grupo Jaysh al Islam y las facciones apoyadas por la red al-Qaeda en el este de Damasco, que dejaron 50 combatientes y dos civiles muertos.
En las últimas tres semanas, esos enfrentamientos dejaron 500 combatientes y una decena de civiles muertos, dijo el director de esa ONG con sede en Londres, Tami Abdel Rahman.
La tregua entre el régimen y los rebeldes instaurada a finales de febrero bajo los auspicios de Washington y Moscú ha sido violada en numerosas ocasiones en varias regiones.
El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, declaró que el GISS acordó que podría haber consecuencias para las partes que violen la tregua y prometió presión contra Asad.
Su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, reiteró la posición de Rusia de apoyar al ejército de Asad en su lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI), que controla amplias zonas del país.
Desacuerdo. Las discrepancias entre Estados Unidos y Rusia han dificultado avanzar en los esfuerzos para acordar un marco de “transición” en Siria.
La transición está prevista en las negociaciones a partir del 1.º de agosto y mencionada también en una resolución de la ONU.
Pero Kerry declaró que esa fecha era solo “un objetivo” y no un “plazo límite”.
Las grandes potencias han advertido seriamente sobre un “posible retorno a la guerra total” reconoció Salem al Meslet, portavoz del Alto Comité de Negociaciones (HCN), que agrupa a gran parte de la oposición siria.
El destino del presidente es la cuestión clave que opone a las potencias del GISS, formado por 17 países y tres organizaciones internacionales, incluyendo la Unión Europea (UE).
Kerry anunció que las ciudades asediadas en Siria por las fuerzas del régimen recibirán una ayuda alimentaria internacional por lanzamiento aéreo a partir del 1 de junio, si la ONU no consigue acceso humanitario.
En la noche del lunes, al menos tres civiles, entre ellos una madre y su hija, murieron en un bombardeo del régimen sobre el barrio rebelde de Sukari de Alepo, donde el último cese el fuego acordado expiró el jueves pasado.
En la provincia de Idleb (noroeste), controlada en su mayor parte por el Frente Al Nosra, rama siria de Al Qaeda, ocho civiles murieron en bombardeos del régimen.
Desde que empezó la revuelta contra el régimen de Asad, en marzo de 2011, la guerra ha dejado más de 270.000 muertos y ha obligado a millones de personas a abandonar sus casas, provocando una grave crisis humanitaria en la región y en Europa.
El conflicto sirio implica a numerosos protagonistas en el terreno y causa profundas divisiones internacionales. Tambièn favoreció el auge de los grupos yihadistas EI y Al Nosra.
A esto se añade la implicación militar de varios países. Rusia apoya al régimen de Asad con su aviación, en tanto que Turquía bombardea a las fuerzas kurdas sirias y la coalición internacional dirigida por Estados Unidos combate al EI desde 2014.
En lo que va de año se han celebrado sin éxito tres rondas de negociaciones entre las partes sirias en conflicto. La última, en abril, tuvo que ser suspendida cuando se reanudaron los combates en Alepo (norte).