Gaza. Los palestinos de Gaza continuaron este miércoles encontrando cadáveres en el hospital que fue devastado por un cohete, dejando cientos de víctimas. “Nunca vi algo así en mi vida”, dijo Ahmed Tafesh después de pasar horas recogiendo restos humanos.
Entre los vehículos calcinados, voluntarios recogían cuerpos y restos, colocándolos en bolsas mortuorias, mientras otros cadáveres eran cubiertos con mantas y envoltorios blancos.
“Esto es una masacre”, afirmó Ahmed Tafesh, quien participó en las tareas y asegura que estuvo recogiendo ojos, brazos, piernas y cabezas de los fallecidos. “Nunca vi algo así en mi vida”, insistió.
Las autoridades sanitarias del enclave, gobernado por el movimiento islamista palestino Hamás, informaron este miércoles que al menos 471 personas murieron en el hospital Ahli Arab.
Las autoridades gazatíes sostienen que el drama fue resultado de un ataque aéreo israelí, como respuesta a la ofensiva de Hamás en Israel el 7 de octubre, que cobró 1,400 vidas. Los islamistas también secuestraron a casi 200 personas.
Israel rechazó la acusación y su ejército afirmó este miércoles tener “pruebas” de que “la explosión en un hospital de Gaza fue provocada por el disparo de un cohete de la Yihad Islámica que falló”.
En el cercano hospital de Shifa, en la ciudad de Gaza, los vecinos llegaron este miércoles para identificar a los fallecidos en el ataque y llevarse los cuerpos para enterrarlos.
Yahya Karim, de 70 años, llegó en busca de noticias de sus parientes. “No sé cuántos de ellos murieron ni cuántos siguen vivos”, dijo Karim, quien consideró alojarse en el hospital antes de la tragedia del martes.
Otros que sobrevivieron al ataque contaron a esta agencia el terror que sintieron. “Había fuego, y cosas cayendo encima de nosotros. Empezamos a buscarnos unos a otros. La electricidad se cortó de repente, y no veíamos nada”, dijo Fatima Saed entre lágrimas. “No sé ni cómo salimos”, agregó.
Adnan al Naqa, otro habitante de Gaza, señaló que unas 2,000 personas estaban refugiadas en el hospital la noche del martes. “Al entrar en el hospital oí la explosión y vi un fuego inmenso”, relató Naqa. “Todo el lugar estaba incendiado, había cuerpos por todas partes, de niños, mujeres y personas mayores”.
El ejército insistió este miércoles en que “no hubo fuego del ejército israelí ni por tierra, ni por mar ni por aire que golpeara el hospital”, según dijo el portavoz militar Daniel Hagari.
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Hamás afirmó que la versión israelí, adelantada la noche del martes, es “una mentira que no engaña a nadie”.
Desde el 7 de octubre, horas después de la ofensiva de Hamás, Israel atacó cientos de objetivos en la Franja de Gaza, donde murieron más de 3,400 personas según las autoridades sanitarias gazatíes. Un millón de personas se vieron desplazadas dentro del enclave, donde malviven 2.4 millones de palestinos.
Israel tiene este territorio bajo asedio y el viernes instó a los habitantes del norte del enclave a refugiarse en el sur de la Franja, previendo una posible intervención terrestre. La evacuación ordenada por Israel fue rechazada por Hamás y fuertemente criticada por la ONU y varios países de la región.