Washington. Una empresa israelí acusada de suministrar software espía a gobiernos fue vinculada a la divulgación de una lista de 50.000 números de teléfonos inteligentes de activistas, periodistas, ejecutivos de empresas y políticos de todo el mundo, según informes difundidos este domingo.
El NSO Group de Israel y su malware Pegasus han estado en los titulares al menos desde el 2016, cuando investigadores acusaron a la firma de ayudar a espiar a un disidente en Emiratos Árabes Unidos.
El alcance del uso de Pegasus fue informado por The Washington Post, The Guardian, Le Monde y otros medios de comunicación que colaboraron en una investigación sobre una fuga de datos.
La publicación conjunta se llevó a cabo este domingo bajo el nombre The Pegasus Project y recoge los hallazgos del trabajo de 80 periodistas de 17 medios de comunicación.
La filtración concierne a más de 50.000 números de teléfonos inteligentes que se cree que han sido identificados como pertenecientes a personas de interés por los clientes de NSO desde el 2016, dijeron las publicaciones.
The Post señaló que la lista fue compartida con los medios de comunicación por Forbidden Stories, una organización periodística sin fines de lucro basada en París, y Amnistía Internacional, una organización de derechos humanos. El periódico indicó que se desconoce la cantidad total de teléfonos atacados o vigilados.
En la lista figuran números de periodistas de medios de todo el mundo, como de la Agence France-Presse, The Wall Street Journal, CNN, The New York Times, Al Jazeera, France 24, Radio Free Europe, Mediapart, El País, Associated Press, Le Monde, Bloomberg, The Economist, Reuters y Voice of America, dijo The Guardian.
El uso del software para hackear los teléfonos de los reporteros de Al-Jazeera y de un periodista marroquí había sido informado anteriormente por Citizen Lab, un centro de investigación de la Universidad de Toronto, y Amnistía Internacional.
También figuran dos números pertenecientes a mujeres cercanas al periodista nacido en Arabia Saudí Jamal Khashoggi, quien fue asesinado por un escuadrón saudí en el 2018.
Asimismo, incluye el número de un periodista independiente mexicano que luego fue asesinado en un lavadero de vehículos. Su teléfono nunca fue hallado y no está claro si fue pirateado.
Espía de bolsillo
The Post sostuvo que los números en la lista no están atribuidos, pero los medios de comunicación que participan en el proyecto pudieron identificar a más de 1.000 personas de más de 50 países.
Entre ellos se encontraban varios miembros de familias reales árabes, al menos 65 ejecutivos de empresas, 85 activistas de derechos humanos, 189 periodistas y más de 600 políticos y funcionarios gubernamentales, incluidos jefes de Estado y de gobierno y ministros.
Según los reportes, muchos números de la lista estaban concentrados en 10 países: Azerbaiyán, Bahréin, Hungría, India, Kazajastán, México, Marruecos, Ruanda, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos.
Pegasus, señala el informe, es una herramienta altamente invasiva que puede encender la cámara y el micrófono del teléfono de una persona objetivo, así como acceder a los datos del dispositivo, convirtiendo efectivamente a un teléfono en un espía de bolsillo.
En algunos casos, se puede instalar sin necesidad de engañar al usuario para que realice una descarga.
En un comunicado difundido este domingo, NSO indicó que el informe de Forbidden Stories está “repleto de suposiciones erróneas y teorías no corroboradas”, y amenazó con entablar una demanda por difamación contra la organización.
“Como NSO ha dicho anteriormente, nuestra tecnología no está de ninguna manera relacionada con el atroz asesinato de Jamal Khashoggi”, afirmó la compañía.
“Nos gustaría enfatizar que NSO vende sus tecnologías únicamente a agencias policiales y de inteligencia de determinados gobiernos con el único propósito de salvar vidas mediante la prevención del crimen y los actos terroristas”, observó.
Citizen Lab informó en diciembre de que los dispositivos móviles de más de tres decenas de periodistas de la red Al-Jazeera de Catar habían sido atacados por Pegasus.
A su vez, Amnistía Internacional comunicó en mayo del año pasado que las autoridades marroquíes utilizaron el malware de NSO para insertar software espía en el teléfono celular de Omar Radi, un periodista condenado por una publicación en las redes sociales.
En ese momento, NSO manifestó a la AFP que estaba “profundamente preocupada por las acusaciones” y que estaba revisando la información.
Fundado en el 2010 por los israelíes Shalev Hulio y Omri Lavie, NSO tiene su sede en el centro israelí de alta tecnología de Herzliya, cerca de Tel Aviv, y afirma que emplea a cientos de personas en Israel y en todo el mundo.