Taipéi. Taiwán mantuvo el miércoles un tono desafiante ante las amenazas de China, dispuesta a lanzar maniobras militares cerca de la isla en represalia a la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi.
La delegación de Pelosi salió de Taiwán el miércoles por la noche y se dirigió a Corea del Sur, su siguiente parada en su gira por Asia. La representante estadounidense aterrizó en Taiwán pese a las amenazas de Pekín, que considera la isla como parte de su territorio y denunció esta visita como una provocación.
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China respondió con firmeza y prometió actuar en consecuencia. “Esto es una completa farsa. Estados Unidos viola la soberanía de China bajo el disfraz de la llamada ‘democracia’... quienes ofenden a China serán castigados”, dijo el ministro chino de Relaciones Exteriores, Wang Yi, al margen de una reunión de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) en Phnom Penh.
Pero Taipéi se mantuvo desafiante ante este discurso amenazante. La presidenta taiwanesa Tsai Ing-wen aseguró que “frente a las crecientes y deliberadas amenazas militares, Taiwán no retrocederá (...) Mantendremos la línea de defensa de la democracia”.
Las autoridades taiwanesas indicaron que durante el día 27, aviones militares chinos incursionaron en su zona de defensa aérea (más vasta que el espacio aéreo de un país). China intenta aislar del mundo a Taiwán y se opone a todos los países que mantienen una relación oficial con la isla.
Pelosi se convirtió en la más alta autoridad estadounidense en visitar Taiwán en 25 años. La visita de Pelosi, segunda en la línea sucesoria de la presidencia de Estados Unidos, contraría las tentativas chinas de aislar a la isla. “Nuestra delegación (...) llegó a Taiwán para dejar claro, de forma inequívoca, que no abandonaremos nuestro compromiso con Taiwán y que estamos orgullosos de nuestra amistad duradera”, declaró Pelosi, de 82 años, durante un acto con la dirigente taiwanesa.
Antes de partir de Taiwán, Pelosi se reunió con disidentes chinos, entre ellos Wu’er Kaixi, uno de los líderes estudiantiles de las protestas prodemocráticas de la plaza Tiananmen en 1989, sangrientamente reprimidas. El martes por la noche, la cancillería china convocó al embajador estadounidense Nicholas Burns.
El viceministro de Asuntos Exteriores, Xie Feng, le comunicó las “protestas firmes” de su país y le dijo que “Taiwán es el Taiwán de China”, según la agencia oficial Xinhua.
Disparos de municiones reales
Por su parte, el ministerio chino de Defensa prometió “acciones militares selectivas”, con una serie de maniobras militares en torno a la isla que empezarán el jueves, entre ellas “el disparo de municiones reales de largo alcance” en el estrecho de Taiwán, que separa la isla de la China continental.
Estas maniobras son “una medida necesaria y legítima para responder a las graves provocaciones de algunos políticos estadounidenses e independentistas taiwaneses”, según la diplomacia china. En ciertos puntos, la zona de operaciones chinas se acercará a menos de 20 kilómetros de la costa de Taiwán, según las coordenadas compartidas por el Ejército chino.
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El ministerio taiwanés de Defensa dijo que los ejercicios violan las aguas territoriales de la isla. “Algunas áreas de los ejercicios chinos violan (...) las aguas territoriales” taiwanesas, indicó el portavoz del ministerio de Defensa, Sun Li-fang. “Esta es una acción irracional que desafía el orden internacional”, agregó. Japón manifestó a China su preocupación por las maniobras, que a su juicio se sobreponen a su zona de exclusión económica.
El Grupo de los Siete (G7) de las economías más avanzadas, afirmó que “no existe ninguna justificación para utilizar esa visita como pretexto a una actividad militar agresiva en el estrecho de Taiwán”.
Estados Unidos ‘cargará con la responsabilidad’
El ministerio de Comercio de Pekín también anunció sanciones económicas, entre ellas la suspensión de la exportación hacia Taiwán de arena natural, un componente clave en la fabricación de los semiconductores, una de las principales exportaciones de la isla. Y la administración china de aduanas también canceló la importación de frutas y ciertos pescados desde Taiwán.
China y Taiwán están separadas de hecho desde 1949, cuando las tropas comunistas de Mao Zedong derrotaron a los nacionalistas, que se refugiaron en la isla. Estados Unidos reconoció en 1979 al Gobierno de Pekín como representante de China, aunque siguió dando respaldo militar a Taiwán.
La posibilidad de que Pelosi visitara la isla puso al rojo vivo las tensiones entre las dos superpotencias.” Estados Unidos cargará con la responsabilidad y pagará el precio por socavar la soberanía y la seguridad de China”, dijo el martes una portavoz de la diplomacia china antes de que la funcionaria estadounidense llegara a Taiwán.
La “reunificación” de China es un objetivo prioritario para el presidente chino, Xi Jinping, quien la semana pasada le dijo formalmente a Biden por teléfono que evitara “jugar con fuego”.
Las acciones mundiales subieron mayoritariamente el miércoles, pese a que el martes la noticia de la visita de Pelosi a Taiwán provocó escalofríos en unos mercados financieros globales ya nerviosos por la guerra de Ucrania, el aumento de la inflación, el aumento de las tasas de interés y la desaceleración del crecimiento económico.