Gogjali, Irak
Las organizaciones humanitarias expresaron este miércoles su inquietud por la suerte de más de un millón de civiles atrapados en Mosul, en cuya periferia se intensificaron los combates entre las fuerzas iraquíes y los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI).
En la salida este de Mosul, en la localidad de Gogjali, unidades de yihadistas intentaban resistir a las tropas del Comando Antiterrorista Iraquí (CTS), fuerza de élite del Ejército, constató una periodista de la AFP.
En el sector se escuchaban los disparos de armas automáticas detrás de la línea del frente, situado a unos 600 metros de la segunda ciudad de Irak.
En la zona de Gogjali, bajo control gubernamental, un soldado iraquí mostraba como un trofeo una bandera negra del grupo yihadista.
"La sacamos y en su lugar pusimos la bandera de Irak", afirmó orgulloso Mohammed Alí.
En la zona liberada los habitantes comenzaron a salir a la calle, a pesar del ruido cercano de los combates. Algunos brindaron testimonios sobre la brutalidad de los yihadistas.
"Confiscaron mi tractor y me encarcelaron durante seis días", recuerda Yusef Fariq, acompañado por su madre y sus dos hijos.
"Me golpearon y cuando me liberaron ya no podía trabajar", agregó este agricultor de 40 años a quien lo obligaron a dejarse crecer la barba.
Su madre explica: "Vivimos un infierno, mataban, nos pedían dinero, no podíamos irnos".
Punta de lanza. Fue desde Gogjali que el martes, según el ejército, las tropas iraquíes ingresaron en Mosul por primera vez desde la toma de la ciudad por el EI en junio de 2014.
Las tropas, apoyadas por la coalición internacional liderada por Estados Unidos, todavía no lograron establecer una cabeza de puente en la ciudad, pero su presencia lanza la "verdadera batalla" de Mosul, indicó un responsable militar del frente este.
En los otros frentes, las fuerzas iraquíes se encontraban este miércoles a dos kilómetros al norte de los límites de Mosul, mientras que las que avanzan por el sur, que tienen mayor distancia por cubrir para alcanzar su objetivo, se acercaban a Hamam al Alil, a unos 30 km de la ciudad.
La mayoría de los responsables consideran que la batalla de Mosul será larga debido a que el EI tuvo dos años para preparar la defensa de su bastión, donde en junio del 2014 declaró el "califato", y a la ciudad como su capital.
Los yihadistas -entre 4.000 y 7.000 en la zona (de los cuales entre 3.000 y 5.000 en Mosul )- ya demostraron que están dispuestos a vender cara su derrota frente a decenas de miles de efectivos iraquíes y kurdos.
Desde el inicio de la ofensiva, el 17 de octubre, las tropas iraquíes sufrieron numerosos ataques suicidas y tiros de mortero.
El martes, las fuerzas iraquíes desbarataron un atentado suicida gracias a un emisor de radio capturado.
"Dejé a los kamikazes detrás del montículo de tierra. Cuando avancen, irán hacia ellos", dijo un yihadista en una conversación escuchada por un periodista de la AFP que cubre el avance del Ejército iraquí.
Un oficial ordenó a dos vehículos militares que se acercaran al lugar para hacer salir a los kamikazes de su posición y dejarlos como blanco de un ataque aéreo, que los eliminó.
Civiles entre fuego. El inicio de los combates en zonas densamente pobladas preocupa a las organizaciones humanitarias que redoblaron los preparativos para poder acoger a los civiles que huyan de los enfrentamientos.
Las organizaciones, que esperan una huida masiva, pidieron la creación de corredores humanitarios protegidos para poder evacuar a los civiles.
Más de 20.000 personas abandonaron sus hogares en las ciudades aledañas a Mosul desde el inicio de la ofensiva gubernamental, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
"Nos preparamos para lo peor. La vida de 1,2 millones de civiles está en grave peligro y el futuro de Irak está en juego", declaró Wolfgang Gressmann, director del Consejo Noruego para los Refugiados (NRC).
"Muchas familias fueron separadas, numerosos civiles resultaron heridos y otros muertos por disparos de francotiradores o el estallido de artefactos explosivos", afirmó Gressmann.
La ONU expresó el martes su "seria inquietud" por las decenas de miles de civiles que los yihadistas de EI se habrían llevado para utilizarlos probablemente como escudos humanos.
Los yihadistas habrían intentado trasladar en camiones y autobuses a "unos 25.000 civiles" de Hamam al Alil para acercarlos a Mosul, según el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.