Quito. AFP. Edificios destruidos, puentes caídos, carreteras rajadas, postes de luz tendidos en el asfalto: el devastador terremoto de Ecuador ha dejado un rastro de muerte y destrucción , un mazazo económico a este país petrolero golpeado ya por la caída de los precios del petróleo.
Todavía es pronto para una evaluación oficial certera de los costos económicos de este rabioso temblor de 7,8 grados en la costa ecuatoriana, que ha dejado, hasta el momento, 413 fallecidos y cerca de 2.000 heridos .
Sin embargo, basta recorrer ciudades y poblaciones como Portoviejo, Manta y Pedernales para constatar que no son ni la sombra de lo que eran: están rotas; los daños son enormes.
“Habrá que reconstruir Pedernales, el centro de Portoviejo, el barrio de Tarqui en Manta, Canoa, Jama. Eso tomará meses, años, y costará centenas, probablemente miles de millones de dólares. Sin embargo, no hay desafío que no podamos superar como país”, dijo ayer el presidente Rafael Correa en una visita a Pedernales, epicentro del desastre.
Diluida la bonanza petrolera, con una pérdida de $7.000 millones por la caída de los precios del crudo y un frenazo en las exportaciones no petroleras, Ecuador enfrenta ahora una gigantesca tarea de reconstrucción.
Las exportaciones de Ecuador se han visto afectadas por la devaluación de las monedas de sus vecinos Colombia y Perú, que abarata en esos países sus productos y fomenta la salida de capitales en Ecuador vía importaciones.
La reconstrucción deberá hacerse en una situación fiscal crítica: en el 2015, Ecuador creció un tímido 0,3% (frente al 4% esperado) y se prevé un 1% en el 2016.
No obstante, el Fondo Monetario Internacional (FMI) augura una caída del producto interno bruto de 4,5% para este año.
Durante una visita a Pedernales , una pequeña ciudad con playas sobre el Pacífico y fuerte actividad turística –uno de los sectores que el gobierno de Correa viene potenciando para impulsar la entrada de divisas–, el vicepresidente, Jorge Glas, dijo que se han activado fondos de $450 millones para la reconstrucción.
Sigue la búsqueda. En tanto, los familiares de desaparecidos, impacientes pero esperanzados, escarbaban este lunes los escombros en busca de señales de vida .
“No se han comunicado y tenemos la seguridad de que están aquí porque el auto está atrás, en el parqueadero” de lo que fue el hotel Royal, relató Laura Taco, quien mantenía la mirada fija en los trabajos de búsqueda.
En el hotel estaban alojadas cuatro personas, incluida una de sus sobrinas y una cuñada, a las que ya buscaron en una morgue improvisada y en albergues.
Las historias de rescates exitosos dos días después del sismo y el trabajo sin descanso de bomberos, policías, militares y perros adiestrados, mantienen viva la esperanza de quienes buscan a sus seres queridos.
Este lunes, “en horas de la tarde en la ciudad de Portoviejo, una persona fue rescatada con vida bajo los escombros donde funcionaba el hotel El Gato. Esto se logró gracias al trabajo conjunto de rescatistas de Cuenca y Bogotá”, señaló el Ministerio Coordinador de Seguridad.
En las zonas costeras afectadas trabajan 409 especialistas en búsqueda y rescate de países como Venezuela, Panamá, Colombia, Chile, Perú, El Salvador, Cuba y México, y 609 bomberos ecuatorianos, según las autoridades.
El sismo es considerado el peor en Ecuador en 40 años.