Una familia costarricense en Kiev, capital de Ucrania, permanecía este viernes refugiada en el sótano de un edificio de apartamentos, protegiéndose del bombardeo y el intercambio de artillería que protagonizan los ejércitos de ese país y Rusia.
Se trata de Sebastián Fallas Soto, de 33 años y oriundo de Alajuelita, su hijo Gabriel de 4 años y su esposa ucraniana Svitlana Olifirova, también de 33. En Kiev, el tico trabaja en un centro de atención de llamadas para una empresa multinacional, pero, poco antes de los primeros ataques, esta semana, toda la actividad económica de la capital se había detenido.
Aterrorizada, sus familiares en Costa Rica mantienen escasa comunicación con ellos y procuran vías para sacarlos de esa zona de guerra.
Witney Fallas Soto, hermana de Sebastián, expresó que toda la familia está profundamente angustiada por la situación y por la impotencia. Según dijo, realizan llamadas al consulado de Costa Rica en Austria (el más cercano a Ucrania) en sus intentos por buscar una salida de sus parientes atrapados por la invasión de las fuerzas rusas que ingresaron este viernes a Kiev.
“Ni siquiera sabemos si hay más ticos allá, pero nos solidarizamos con cualquier familia. Esto empezó ayer (jueves) para nosotros por la diferencia de horario. Apenas hemos podido conversar un par de veces, lo demás ha sido por WhatsApp. El Gobierno ya les ha prohibido a todos emitir videos o fotografías de lo que ocurre”, relató la hermana.
Los intercambios no dejan duda alguna del terror de la gente en Kiev.
-¿Cómo está, Sebastián?
-Estamos bien pero muy asustados. Se escuchan los aviones pero los que hemos visto van sin luces.
El grupo, agregó la hermana, está tratando de buscar cómo salir del país pero por ahora están confinados al sótano debido a las detonaciones, pero también por órdenes del Gobierno. Todos, asegura, están pendientes por si escuchan la alarma aérea de la ciudad, que es la señal de bombardeo inminente en su zona.
”Esto es muy importante porque significa una movilización de emergencia del sitio a otro punto. Tiene que salir por sus medios con las pocas pertenencias que tengan. Ellos ya tienen listas bolsas con alimentos, ropa, documentos de identidad. Lo más básico”, aseguró la hermana.
En Costa Rica, todos están muy tensos y preocupados después de recibir de madrugada, este viernes, una llamada breve de Sebastián en la cual les dijo que teme por su vida y siente además mucho miedo de no volverlos a ver.
“Esto es espeluznante; muy complicado. Es como una película de horror, una pesadilla con ellos allá”, comentó.
La hermana narró que la pareja se conoció hace unos ocho años en Costa Rica donde nació el hijo de ambos. Hace unos tres años, el grupo decidió trasladarse a Ucrania, donde están desde entonces. Sin embargo, su cuñada tenía deseos de alejarse lo antes posible de su país.
“Svitlana tenía previsto venirse a San José este 8 de marzo. Hace unas dos semanas me dijo que venía sintiendo inquietud por la situación política interna, por la confrontación con Rusia. Dijo que sentía poca transparencia o claridad de la situación y tampoco se sentía del todo confiada en la información del propio Gobierno de Ucrania. Ella estaba muy inquieta pero al final, por desgracia, no tuvo tiempo de venirse”, comentó.
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La hermana del tico aseguró que este viernes tienen previsto dirigirse al edificio de la Cancillería en San José en sus intentos por conseguirles un salvoconducto para traerlos sin costo a Costa Rica o, al menos, moverlos fuera de Ucrania hacia un país vecino.