Bagdad
Tropas iraquíes penetraron este lunes en Faluya para tratar de reconquistar uno de los principales feudos de la organización yihadista Estado Islámico (EI), donde hay atrapados miles de civiles.
El avance en este importante centro urbano, situado 50 kilómetros al oeste de Bagdad, se lleva a cabo por tres frentes, después de una semana de asedio y de toma de control por parte de las fuerzas de seguridad de las aldeas y las zonas rurales cercanas.
"Las fuerzas iraquíes penetraron en Faluya con cobertura aérea de la coalición internacional, de la fuerza aérea iraquí y de la aviación del ejército y con apoyo de la artillería y de tanques", afirmó el comandante general, Abdelwahab al-Saadi, al frente de la operación.
"Las fuerzas del Servicio de Antiterrorismo (CTS), de la policía de (la provincia de) Al Anbar y del ejército iraquí empezaron a entrar en Faluya desde tres direcciones", agregó.
El avance encuentra "resistencia de parte de Dáesh", refirió el militar, usando el acrónimo árabe del EI.
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Miles de miembros de las fuerzas armadas iraquíes y unidades de la organización paramilitar Hashed al-Shaabi, formada principalmente por milicias chiitas proiraníes, participan en la ofensiva contra Faluya desde hace una semana.
Estas fuerzas, que tomaron el control de varias localidades alrededor de Faluya, reconquistaron el lunes Saqlawiya, al norte de la ciudad, según oficiales.
Ofensiva. La implicación de los cuerpos de élite antiterroristas marca el inicio de la peligrosa fase urbana de la ofensiva.
Se calcula que en Faluya, uno de los principales centros urbanos de Irak que está todavía en manos del EI, hay actualmente unos 1.000 combatientes yihadistas, pero se ignora cuáles son sus dispositivos para defender esta ciudad con alta carga simbólica.
El EI, que en junio del 2014 proclamó un "califato" en una amplia zona a caballo entre Irak y Siria, controla tres grandes ciudades: Faluya y Mosul en Irak y Raqa, proclamada "capital" en Siria.
En el norte, las fuerzas kurdas anunciaron este lunes que "habían alcanzado objetivos clave" en una operación lanzada el día anterior al reconquistar nueve localidades al este de Mosul, segunda ciudad iraquí y proclamada "capital" del EI en Irak.
Escape. Solo un puñado de civiles lograron huir de Faluya y la ONU teme que las cerca de 50.000 personas privadas de alimentos, agua potable y medicamentos que permanecen en la ciudad puedan ser usadas como escudos humanos.
Un alto responsable de la policía aseguró que las fuerzas de seguridad habían ayudado a unos 800 civiles que huían de la zona de combate.
Las familias que consiguieron escapar fueron instaladas en campamentos de zonas periféricas.
"Nuestros recursos en los campamentos son sumamente precarios y con la probable llegada de muchos más podríamos tener escasez de agua potable", manifestó Nasr Muflahi, director del Consejo Noruego de Refugiados (NRC) en Irak.
"Las olas de desplazados se acrecentarán a medida que los combates se intensifiquen", añadió.
Algunos civiles seguían llegando exhaustos después de una noche de caminar.
"Decidí arriesgarlo todo. Era tratar de salvar a mis hijos o morir con ellos", dijo Ahmad Sabih, un hombre de 40 años, que llegó al campo del NRC a primeras horas del domingo.
Por otra parte, en Siria, los combates se intensificaban en los alrededores del bastión rebelde de Marea, en el norte de la provincia de Alepo, donde decenas de miles de desplazados se ven amenazados por una ofensiva del EI.
"Al menos 165.000 civiles sirios están bloqueados por el EI en el este y en el sur, las fuerzas kurdas en el oeste y la frontera turca cerrada en el norte. ¿Qué más necesita Estados Unidos, la UE y la ONU para pedir a Turquía que acoja a estas personas?", declaró Gerry Simpson, de la ONG Human Rights Watch.
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Médicos Sin Fronteras (MDF) también instó este lunes a Turquía a abrir su frontera a estos desplazados. Según está ONG son más de 100.000.
Los turcos "hicieron un gran esfuerzo pero la situación es tan terrible que lo justifica (abrir las fronteras)", indicó Pablo Marco, director regional de MSF. Según él, los desplazados "están aterrorizados, no pueden ir a ninguna parte".
En la ciudad de Alepo, dividida entre sectores del régimen y de los rebeldes, el lunes murieron 15 personas en bombardeos contra un barrio en manos de los insurgentes.