Kiev. Ucrania reivindicó el lunes avances en el este y el sur del país, como parte de pequeños progresos en su contraofensiva lanzada hace dos meses para liberar los territorios ocupados por Rusia. Estos avances se anunciaron a la vez que Rusia afirmó que sus fuerzas progresaron en el este de la región de Járkov, socavando la anticipada campaña de Kiev.
El Ejército ruso sostuvo que sus fuerzas repelieron seis ataques y contraataques en el noreste de Ucrania, y que atacó por la noche instalaciones ucranianas donde producían drones marinos. “El objetivo del ataque fue alcanzado. Todos los objetivos fueron golpeados”, anunció en un comunicado.
Por su parte, Ucrania admitió que los pasos contra las fuerzas rusas son lentos, como en la devastada ciudad de Bajmut (este), tomada por los rusos en mayo. “En el sector de Bajmut, 3 kilómetros cuadrados (km2) fueron liberados la semana pasada. En total, 40 km2 fueron ya liberados en el flanco sur del sector de Bajmut”, anunció Ganna Maliar, viceministra ucraniana de Defensa.
En el frente sur, donde las fuerzas ucranianas buscan los puntos débiles de las líneas de defensa rusas, formadas por campos de minas, trincheras y trampas antitanques, Maliar no dio detalles pero indicó progresos.
En la región de Jersón (sur), la viceministra informó de “acciones” de “ciertas unidades” ucranianas en la orilla oriental del Dniéper, donde el Ejército ruso se retiró en noviembre del 2022, convirtiéndose el río en la línea del frente. “No podemos dar detalles, pero llevamos a cabo estas acciones. Para consolidar hay que desalojar al enemigo y liberar el territorio”, añadió.
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Necesidad de armas
Respaldada por una importante ayuda militar occidental, Ucrania lanzó en junio una gran contraofensiva para expulsar al Ejército ruso de los territorios que ocupa. Kiev pasó meses preparando la operación, mientras que los rusos construyeron fuertes defensas que dificultaron el avance ucraniano, todavía modesto.
Los dirigentes ucranianos notificaron que los combates son duros, pero que ya conocen los primeros resultados y que necesitan más armas, especialmente de largo alcance, para atacar la retaguardia rusa y reconquistar el territorio.
Un consejero de la presidencia, Mijailo Podoliak, volvió a arremeter contra quienes consideran la contraofensiva demasiado lenta. “Nuestra misión no es orquestar grandes batallas para cada aldea (...) sino destruir sistemáticamente las capacidades del ejército enemigo”, dijo en X, antes llamada Twitter. “Y el ejército ucraniano se aplica en esta tarea al 100%”, aseguró. Rusia, por su parte, insiste en que la contraofensiva de Kiev fracasó.
Este lunes, el ministerio ruso de Defensa afirmó que “los sistemas rusos de defensa antiaérea detectaron y destruyeron drones” atribuidos a Kiev “sobre el territorio de la región de Bélgorod”. También, que uno de sus cazas impidió que un avión noruego de patrulla P-8A Poseidon violara su frontera en la zona del mar de Barents.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, anunció el lunes en Telegram que visitó a las tropas en el frente este, en la región de Donetsk.
Funeral del pequeño Volodimir
Los bombardeos rusos destruyen diariamente restaurantes, hoteles y viviendas, dejando muertos y heridos. El lunes, entre globos con forma de dinosaurios y flores, se celebró el funeral de un pequeño de ocho años, Volodimir Balabanik.
Balabanik murió, según Kiev, tras ser alcanzado por un bombardeo con un misil hipersónico Kinzhal en la región de Ivano-Frankivsk (oeste), a cientos de kilómetros del frente y raramente bombardeada.
Por otro lado, el importante puerto ucraniano de Odesa, en el mar Negro, fue atacado en la noche del domingo al lunes por 23 drones y ocho misiles Kalibr, indicó el ministerio de Defensa ucraniano.
Derribados por la defensa antiaérea, sus restos dañaron un supermercado, dejando tres heridos según la misma fuente. Otros edificios y vehículos también sufrieron daños, según el ayuntamiento.
También en el mar Negro, Ucrania denunció el lunes los disparos de advertencia la víspera contra un carguero que iba al puerto fluvial de Izmail, una de las principales salidas de productos agrícolas ucranianos desde que Moscú puso fin en julio al acuerdo sobre las exportaciones de grano.
“Estas acciones muestran la política deliberada de Rusia de amenazar la libertad de navegación y la seguridad de la marina mercante en el mar Negro”, afirmó el ministerio ucraniano de Asuntos Exteriores.
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