Kiev. Miles de soldados participan en la incursión ucraniana en la región rusa de Kursk, que busca “estirar” las fuerzas del Kremlin y “desestabilizar” Rusia, afirmó un alto responsable de seguridad ucraniano a esta agencia, seis días después del ataque sorpresa de Kiev.
Ucrania lanzó el martes una operación a gran escala en la región fronteriza rusa de Kursk, tras meses de repliegue ante el ejército ruso en el frente este de Ucrania.
Según analistas, las unidades ucranianas penetraron hasta 15 km en el interior del territorio ruso y tomaron varias localidades.
“Estamos a la ofensiva”, declaró el responsable de seguridad el sábado por la noche, bajo condición de anonimato.
“El objetivo es estirar las posiciones del enemigo, infligir el máximo de pérdidas, desestabilizar la situación en Rusia —porque son incapaces de proteger sus propias fronteras— y trasladar la guerra a territorio ruso”, dijo.
El ejército ruso afirmó el miércoles que Ucrania movilizó a mil soldados para lanzar su incursión, una operación inédita que se produce dos años y medio después de la invasión rusa de la exrepública soviética.
Pero el representante ucraniano dijo el sábado a esta agencia que eran “muchos más” soldados, probablemente “miles”.
El Ministerio ruso de Defensa publicó el domingo nuevas imágenes que supuestamente muestran un ataque contra una columna de vehículos blindados ucranianos en la región de Kursk, así como la destrucción de un tanque.
Según Moscú, Kiev bombardeó un edificio residencial en la ciudad de Kursk la madrugada de este domingo, causando 13 heridos.
En respuesta, la diplomacia rusa prometió el domingo una “severa respuesta” de las fuerzas armadas del Kremlin.
Rusia invadió Ucrania en febrero de 2022 y desde entonces mantiene una ofensiva implacable contra Kiev, ocupando franjas del este y el sur del país y sometiendo a las ciudades ucranianas a ataques diarios de artillería, misiles y drones.
‘Desplazar la guerra’
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, admitió por primera vez el sábado la implicación de su país en esa ofensiva. La operación, dijo, busca “desplazar la guerra al territorio del agresor”.
Rusia lanzó el sábado “operaciones antiterroristas” en las regiones rusas de Bélgorod, Briansk y Kursk para frenar esta incursión terrestre.
También anunció la evacuación de más de 76.000 personas de la región fronteriza. Ucrania, a su vez, pidió evacuar a al menos 20.000 civiles de la región fronteriza de Sumy.
Según el responsable ucraniano, la incursión buscaba inicialmente desviar a las fuerzas rusas de las regiones ucranianas de Járkov, en el noreste, y del Donbás, en el este.
El objetivo, insistió, era aliviar la presión sobre las tropas de Kiev, superadas en número y con falta de armas.
Pero, de momento, la incursión no ha debilitado la ofensiva rusa en el este de Ucrania, donde Moscú lleva varios meses ganando terreno, declaró el alto funcionario de seguridad.
“En principio, la situación no ha cambiado. Su presión en el este continúa, no han retirado sus tropas de esta zona”, dijo refiriéndose a Rusia, aunque “la intensidad de los ataques rusos en el este ha bajado un poco”, matizó.
El funcionario ucraniano afirmó, sin embargo, que la incursión ha conseguido levantar los ánimos de la sociedad y del ejército ucraniano.
“Fue una operación muy buena” que “tomó a los rusos desprevenidos” y “levantó realmente nuestro ánimo, el del ejército ucraniano, el del Estado y el de la sociedad”, apuntó.
“Esta operación demostró que podemos atacar y avanzar”, añadió.
En su opinión, Rusia “detendrá” tarde o temprano a las tropas ucranianas en la región de Kursk, pero si “al cabo de cierto tiempo no consigue retomar estos territorios, podrían utilizarse con fines políticos”, por ejemplo, durante las negociaciones de paz.
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Kiev afirma haber avisado a los aliados occidentales
El representante ucraniano afirmó que Rusia, en respuesta a la incursión, prepara un ataque de misiles masivo contra “centros de mando” en Ucrania.
También aseguró que Kiev avisó a sus aliados occidentales de la operación.
“Dado que se utilizaron activamente armas occidentales” en esta ofensiva, “nuestros socios occidentales participaron indirectamente en su planificación”, señaló.
Estados Unidos dijo el miércoles que se estaba poniendo en contacto con Ucrania para saber más sobre los “objetivos” de la incursión.
El funcionario ucraniano también aseguró que Kiev respeta “estrictamente el derecho humanitario” en su ofensiva y que no tiene la intención de anexionar las zonas que ocupa actualmente.
“Es muy importante que Ucrania no viole ninguna convención, respetamos estrictamente el derecho humanitario: no ejecutamos prisioneros, no violamos mujeres, no saqueamos”, detalló.
“Bucha, Irpín, todo esto no tiene lugar y no tendrá lugar”, afirmó, en referencia a las atrocidades imputadas a las tropas rusas en estas ciudades ucranianas a inicios de 2022.
A la pregunta de si la captura de la central nuclear de Kursk, cerca de la frontera, era uno de los objetivos de la operación, respondió: “Ya veremos (...) No vamos a causar en absoluto ningún problema de seguridad nuclear”.