Kiev. Ucrania apoyó este miércoles el envío de cascos azules de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a su central nuclear de Zaporiyia, ocupada por tropas rusas, al día siguiente de que el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) pidiera crear allí una “zona de seguridad”.
“Desplegar el contingente de mantenimiento de paz y sacar a los militares rusos puede ser uno de los medios para crear la zona de seguridad en la central nuclear de Zaporiyia”, declaró Petro Kotin, el jefe de Energoatom, el operador nuclear estatal ucraniano.
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El OIEA, que envió una misión de expertos al sitio, pidió el martes crear una “zona de seguridad” para evitar un accidente nuclear en la central, cuya situación es “insostenible” debido a los bombardeos. Las tropas rusas tomaron el control de la planta a principios de marzo, poco después de invadir Ucrania. Desde hace semanas, e incluso este mismo martes, la instalación es blanco de bombardeos de los que se han acusado mutuamente Moscú y Kiev.
El jefe de la agencia de seguridad nuclear de Ucrania alertó este miércoles de que un accidente en la central de Zaporiyia, la más grande de Europa, afectaría a los países vecinos. En caso de daños en el núcleo de un reactor “habrá consecuencias no solo para Ucrania, sino también más allá de las fronteras”, advirtió Oleg Korikov, jefe interino de esta estructura.
“No estamos a salvo de bombardeos que, aunque no afecten directamente a los reactores, puedan liberar sustancias radioactivas en el medio ambiente”, abundó en declaraciones a la radio FranceInfo Karine Herviou, directora general adjunta del instituto francés de seguridad nuclear.
Moscú pide aclaraciones al OIEA
A contracorriente del informe del OIEA, el presidente ruso, Vladimir Putin, aseveró que Rusia no desplegó en Zaporiyia equipamiento militar. Horas antes, Moscú pidió a la agencia de energía atómica de la ONU “aclaraciones” sobre el informe publicado el martes.
“Son necesarias aclaraciones adicionales”, porque hay varios “puntos problemáticos” en el informe, dijo el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, a la agencia de noticias Interfax. “No los voy a enumerar, pero pedimos esas aclaraciones al director general” del OIEA, el argentino Rafael Grossi, que visitó la central de Zaporiyia, añadió Lavrov.
La central de Zaporiyia recibió la semana pasada la visita de 14 expertos del OIEA, dos de los cuales se quedarán allí de forma permanente para tratar de garantizar la seguridad de la instalación. El lunes, el último reactor en funcionamiento fue desconectado de la red de energía ucraniana, a causa de un incendio causado por un bombardeo.
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Putin responde a acusaciones sobre el gas
La guerra, en su sétimo mes, ha causado decenas de miles de muertos y millones de desplazados, y desatado una crisis energética, con una disparada de los precios, y una crisis en el suministro de granos, de los que Ucrania y Rusia son dos grandes exportadores.
En el frente de la energía, Putin negó este miércoles que su país esté usando la energía como un arma frente a las sanciones occidentales, días después de que el grupo Gazprom interrumpiera sine die el suministro de gas natural a través del gasoducto Nord Stream, que conecta Rusia con Alemania.
El mandatario argumentó que las sanciones causaron una penuria de piezas de recambio que comprometen la integridad del gasoducto, y estimó que por culpa de esas medidas punitivas “nos hemos metido en un callejón sin salida”.
Igualmente anunció que Rusia no exportará más gas ni petróleo a los países que pongan topes a los precios de los hidrocarburos rusos, tal como se plantean los europeos para castigar las finanzas del Kremlin. “No entregaremos nada en absoluto si es contrario a nuestros intereses, en este caso económicos. Ni gas, ni petróleo, ni carbón, nada”, dijo Putin en un foro económico en Vladivostok, en el extremo oriente ruso.
Putin criticó también que las exportaciones de cereales desde los puertos ucranianos del mar Negro, paralizadas tras la invasión y reactivadas gracias a un acuerdo en julio entre Moscú y Kiev, están yendo a países de la Unión Europea y no tanto a los países más pobres.
“Eso podría llevar a una catástrofe humanitaria sin precedentes”, declaró Putin, y añadió que consultará la cuestión con su homólogo turco Recep Tayyip Erdogan, que junto con la ONU ejerció de garante del acuerdo.