Kiev. El avance de las fuerzas rusas en Ucrania topó este viernes con una fuerte resistencia en la capital, Kiev, donde el presidente Volodimir Zelenski desafió los llamamientos de su par ruso, Vladimir Putin, para derrocarlo.
Putin llamó al ejército ucraniano a tomar el poder en el segundo día de la invasión, que ha provocado la huida de más de 50.000 ucranianos del país, así como 100.000 desplazados internos, según la Organización de Naciones Unidas (ONU), y más de 100 muertos, de acuerdo con Kiev.
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En una intervención televisiva, el mandatario ruso calificó al gobierno de Zelenski de “banda de drogadictos y de neonazis” y afirmó, dirigiéndose a los militares ucranianos: “Tomen el poder entre sus manos. Me parece que será más fácil negociar entre ustedes y yo”.
Zelenski respondió colgando un video delante del palacio presidencial. “Estamos todos aquí, nuestros militares están aquí, los ciudadanos, la sociedad, estamos todos aquí, defendiendo nuestra independencia, nuestro Estado”, proclamó, junto a algunos de sus principales colaboradores. Zelenski alabó el “heroísmo” de la población ante el avance de Rusia hacia la capital.
El jefe de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, también elogió a las fuerzas ucranianas, “que están luchando con valor y siguen teniendo capacidad de causar pérdidas a las fuerzas invasoras rusas”. Un alto cargo de la defensa estadounidense (que prefirió mantener el anonimato), afirmó que la ofensiva rusa estaba perdiendo fuerza, sobre todo en Kiev, debido a la resistencia de los ucranianos.
El Ministerio de Defensa ucraniano aseguró que sus tropas habían matado a 2.800 soldados rusos, pero sin aportar pruebas. Moscú no comunicó hasta ahora ningún reporte de bajas. Zelenski indicó que habló con su homólogo estadounidense, Joe Biden, sobre el “refuerzo de las sanciones (contra Rusia), de una asistencia de defensa concreta y de una coalición antiaérea”, y expresó su “agradecimiento” por el “fuerte” respaldo estadounidense.
La OTAN activará sus planes de defensa “para impedir excesos contra territorios de la Alianza”, confirmó Stoltenberg. Se trata de la Fuerza de Respuesta, un cuerpo formado por 40.000 militares y cuya punta de lanza, la Fuerza Conjunta de Muy Alta Disponibilidad (VJTF), cuenta con 8.000 miembros.
Cuerpos en las calles
Al amanecer del viernes se escucharon disparos y explosiones en el barrio residencial de Obolon, en el norte de Kiev, provocado por lo que parecía una avanzadilla de las fuerzas rusas. Periodistas de la AFP vieron un muerto en la acera y ambulancias socorriendo a una persona cuyo vehículo fue aplastado por un blindado.
Durante el día, las sirenas y explosiones no dejaron de sonar en Kiev, una ciudad que, tras la huida de muchos habitantes, ofrece un aspecto fantasmagórico. Vehículos blindados y soldados vigilan los cruces de las calles en torno al distrito donde se encuentran los edificios del gobierno.
Las fuerzas ucranianas informaron este viernes que estaban combatiendo a las unidades rusas en Dymer e Ivankiv, dos localidades situadas a 40 y 80 kilómetros al norte de Kiev. Los rusos estarían avanzando también por el noreste y el este, según la misma fuente.
El Ministerio de Defensa llamó a la población a resistir. “Pedimos a los ciudadanos que nos informen de los movimientos de tropas, que fabriquen cócteles Molotov y neutralicen al enemigo”, comentó. Putin está dispuesto a enviar una delegación a Minsk, capital de Bielorrusia, un país aliado de Rusia, para llevar a cabo negociaciones con Ucrania, indicó su vocera.
El vocero de la diplomacia estadounidense, Ned Price. calificó esa propuesta de “diplomacia se lleve a cabo a punta de pistola, cuando las bombas, los disparos de mortero y la artillería de Moscú apuntan a los civiles” ucranianos.
Sanciones en todos los ámbitos
Rusia exige de Ucrania que abandone su ambición de unirse a la OTAN y pide que la Alianza Atlántica que reduzca su presencia en el este de Europa. Tras la ofensiva, la Unión Europea (UE) desbloqueó el jueves un paquete de sanciones “masivas” en los sectores energéticos y financiero.
Putin y su canciller Serguéi Lavrov fueron incluidos este viernes en la lista de personalidades sancionadas, con sus haberes congelados, por la Unión Europea (UE) y el Reino Unido. Estados Unidos anunció que tomaría medidas similares, entre ellas prohibir la entrada en su territorio de los dos políticos rusos.
Zelenski pidió a los occidentales que expulsaran a Rusia del sistema de transferencias bancarias SWIFT, pero países de la Unión Europea como Alemania o Hungría han expresado sus dudas por el miedo a que esa medida provoque problemas en la entrega de gas ruso.
La vocera de la cancillería rusa, Maria Zajarova, afirmó que las sanciones contra Putin y Lavrov demuestran “la impotencia” de los occidentales. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) rechazó el proceso de adhesión de Rusia y cerró su oficina en Moscú.
La respuesta a la invasión también se dejó sentir en el deporte y el mundo de la cultura. La UEFA retiró a San Petersburgo la organización de la final de la Liga de Campeones, el 28 de mayo, que se jugará en París. Además, la Fórmula Uno anuló la celebración del Gran Premio de Rusia, que formaba parte del calendario 2022 de la categoría.
Y Eurovisión indicó que cerraba las puertas del popular certamen de canción europea a representantes del país invasor. El papa Francisco se reunió con el embajador ruso en el Vaticano para manifestarle “su preocupación”. En un tuit, enviado en varios idiomas, entre ellos ruso, escribió que “toda guerra es una claudicación vergonzosa”.
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