Bruselas. Ucrania urgió el jueves a los civiles del este del país a aprovechar “la última oportunidad” para salir antes de una inminente ofensiva rusa y reclamó a los miembros de la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN) “armas, armas y armas” para defenderse.
Rusia, acusada de crímenes de guerra contra civiles en las zonas que ha ocupado, fue blanco de nuevas sanciones de los países occidentales y el jueves puede verse suspendida en el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Para las autoridades ucranianas, Moscú se apresta a lanzar un ataque de gran envergadura en el este. “Los próximos días son tal vez la última oportunidad de salir”, dijo en Facebook el gobernador de la región de Lugansk, Sergiy Gaiday, indicando que los rusos “estaban cortando todas las vías posibles de salida”. “No duden en evacuar”, insistió.
En la víspera, 1.200 personas fueron evacuadas de esa zona. El nuevo llamado concierne especialmente a la ciudad de Severodonetsk, el punto más oriental bajo control de Kiev y sacudida de manera permanente por bombardeos rusos.
El miércoles, los habitantes entrevistados por AFP se sentían atrapados. “No tenemos adónde ir, ha sido así durante días”, dijo Volodímir de 38 años, al frente de un edificio en llamas. “No sé para quién es esta guerra, pero nosotros estamos aquí bajo las bombas”, lamentó.
‘Se exponen a morir’
Las autoridades ucranianas piden la evacuación de civiles de toda la zona del Donbás, donde luchan contra separatistas prorrusos desde el 2014, así como de la vecina región de Járkov, cuya capital homónima es la segunda ciudad más poblada del país.
En caso de ofensiva rusa, los civiles en esas zonas “se exponen a morir”, alertó la viceprimera ministra Iryna Vereshchuk. El este de Ucrania es ahora el objetivo prioritario del Kremlin. Su ministerio de Defensa anunció el jueves el bombardeo con misiles de cuatro depósitos de carburante que abastecían a las fuerzas ucranianas.
Los ucranianos temen una situación parecida a la de Mariúpol (sureste), el puerto del mar de Azov que lleva semanas asediado y con miles de personas atrapadas en condiciones atroces. Como consecuencia de esta nueva estrategia de Moscú, la retirada de las fuerzas rusas de la región de Kiev y del resto del norte de Ucrania “está en gran parte culminada”, indicó una fuente militar occidental.
En algunas de estas zonas, como en Bucha, ciudad cercana a la capital, se han descubierto decenas de cadáveres con vestimentas de civiles que las autoridades ucranianas han atribuido a Rusia, aunque desde Moscú lo tildan de montajes. En medio de una campaña represiva contra cualquier relato discordante, el regulador ruso de las telecomunicaciones prohibió a Google hacer publicidad en el país y acusó a su plataforma Youtube de difundir datos falsos sobre informaciones sobre el conflicto en Ucrania.
‘Armas, armas y armas’
Para hacer frente a la esperada ofensiva rusa, Kiev redobló su pedido de ayuda a Occidente en una cumbre en Bruselas con cancilleres de los países de la OTAN. “Vengo a pedir tres cosas: armas, armas y armas. Cuanto más rápido se entreguen, más vidas serán salvadas y más destrucciones evitadas”, dijo el ministro ucraniano de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba, al llegar a la reunión.
“Ucrania tiene derecho a defenderse. Vamos a escuchar las necesidades que nos planteará Dmytro Kuleba y a conversar sobre cómo responder”, declaró el secretario general de la Alianza Militar, Jens Stoltenberg.
En otro frente de ayuda a Ucrania, Washington y Londres reforzaron el miércoles las sanciones económicas a Rusia tras las imágenes llegadas desde Bucha. El presidente estadounidense Joe Biden habló de “crímenes de guerra graves” y prometió “ahogar durante años” el desarrollo económico de Rusia.
Sus nuevas sanciones, “devastadoras” según Washington, afectan a grandes bancos rusos y a dos hijas del presidente Vladimir Putin. Según las autoridades estadounidenses, la economía rusa se puede hundir un 15% este año.
La Unión Europea (UE) debe seguir la mayoría de estas nuevas medidas, aunque todavía está dividida sobre las sanciones energéticas por el coste que puede tener en sus propias economías, muy dependientes de los hidrocarburos rusos.
Zelenski lamentó el miércoles la “indecisión” europea y su Gobierno incluso acusó este jueves a Hungría de “ayudar” a Putin a continuar su agresión contra Ucrania por ofrecerse a comprar gas ruso en rublos.
Además, el ministro de Relaciones Exteriores húngaro admitió que permitieron el aterrizaje en su país de un avión ruso con combustible nuclear, pero señaló que este tipo de carga figuraba entre las excepciones a las reglas europeas.
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Gas ‘tarde o temprano’
El quinto paquete de sanciones que estudia la UE incluye por primera vez medidas contra el sector energético con un embargo sobre las compras de carbón a Rusia, aunque todavía no afectan al gas o el petróleo.
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, estimaron que estas medidas llegarán “tarde o temprano”. “Hay que imponer un embargo sobre el petróleo y gas ruso y espero que no harán falta nuevas atrocidades para que estas sanciones se decidan”, dijo Kuleba.
Otra consecuencia de la indignación, tras la difusión de las imágenes de decenas de civiles muertos, es la votación en la Asamblea General de la ONU sobre una posible suspensión de Rusia del Consejo de Derechos Humanos.
Para obtener esta exclusión, propuesta por Estados Unidos y respaldada por todo el grupo G7 de naciones industrializadas, hace falta una mayoría de dos tercios de los países que voten a favor o en contra de la medida.