Estambul. Rusia y Ucrania firmaron el viernes un acuerdo con Turquía y la Organización de las Naciones Unidas (ONU), sobre la exportación de granos y productos agrícolas a través del Mar Negro, en una ceremonia sin precedentes entre países enfrentados.
Este es el primer acuerdo importante sellado por ambas partes desde que Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero. El consejero presidencial ucraniano, Mijailo Podoliak, dijo previamente que su país solo firmaría el acuerdo con la ONU y Turquía y que evitaría un trato directo con Rusia. Por tanto, Kiev y Moscú firmaron dos textos idénticos pero separados, a petición de Ucrania.
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Las cuatro delegaciones se reunieron en el Palacio de Dolmabahçe, a orillas del Bósforo, en Estambul, en presencia del Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, los ministros de Defensa turco y ruso y el ministro de Infraestructuras ucraniano.
La ceremonia tuvo lugar bajo banderas de Rusia y Ucrania, separadas por la bandera azul de la ONU y la roja de Turquía, que se ofreció a mediar desde el inicio de la invasión rusa el 24 de febrero.
El acuerdo, negociado desde abril bajo la dirección de Guterres, que llegó a Estambul el jueves, aliviará la carga de los países dependientes de los mercados ruso y ucraniano, que representan el 30% del comercio mundial de trigo.
Según los términos del acuerdo, se crearán “corredores seguros” que permitirán la circulación de buques mercantes en el Mar Negro que “ambas partes se comprometieron a no atacar”, dijo un funcionario de la ONU que pidió el anonimato.
“Ucrania no va a firmar ningún documento con Rusia. Firmamos un acuerdo con Turquía y la ONU y nos comprometemos con ellos. Rusia firmará un acuerdo espejo” con esas dos partes, afirmó Podoliak en Twitter. Además advirtió que cualquier infracción de Rusia a este acuerdo y cualquier incursión en los puertos ucranianos tendrá “respuesta militar” inmediata.
Rusia aseguró este viernes que es “muy importante” permitir la exportación de granos bloqueados en los puertos ucranianos. “Se trata de una parte relativamente modesta de cereales ucranianos, pero es muy importante que (...) lleguen a los mercados internacionales”, declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. Estados Unidos saludó el trato e instó a Rusia a respetarlo de buena fe.
En el terreno, planea la duda de que un eventual acuerdo se cumpla. Para Mykola Zaveruja, un agricultor ucraniano que tiene cerca de 13.000 toneladas de granos por exportar en la zona de Mykolaiv, este anuncio le da “esperanza”, aunque afirma que “no se puede creer lo que dicen los rusos”. “Rusia es poco fiable, lo ha demostrado año tras año”, dijo a la AFP.
Riesgos en la central nuclear de Zaporiyia
Pese al avance de la diplomacia, en el terreno sigue la guerra y las fuerzas rusas mantienen una tenaz ofensiva para avanzar en la región de Donetsk, en el este. La presidente ucraniana anunció que cinco personas murieron y diez fueron heridas en esta zona en las últimas 24 horas.
El jueves un bombardeo ruso contra Járkov —la segunda ciudad más importante de Ucrania, en el noreste— dejó tres muertos y 23 heridos. En Kramatorsk, en el Donbás (este), una escuela fue destruida ese mismo día en un ataque que dejó un muerto y dos personas atrapadas en los escombros. Según las autoridades ucranianas el recinto era utilizado para guardar ayuda humanitaria.
Esta semana, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, indicó que los objetivos de Moscú no se limitan “únicamente” al este de Ucrania, una región controlada parcialmente por separatistas prorrusos desde el 2014. Al inicio de la invasión lanzada el 24 de febrero las tropas rusas se acercaron rápidamente a las puertas de la capital Kiev, sin conseguir tomarla y desde finales de marzo reorientaron la ofensiva en el Donbás, controlado en parte desde el 2014 por separatistas prorrusos.
Los rusos lograron avanzar por esta zona minera e industrial y tomaron Severodonetsk y después Lysychansk, lo que les abrió el camino para intentar conquistar las ciudades de Sloviansk y Kramatorsk, más al oeste. Según Ucrania, Rusia almacena armas pesadas y municiones en el sitio de la central nuclear ocupada de Zaporiyia (sur), la más grande de Europa y bajo control de las fuerzas del Kremlin desde marzo, lo que creó alarma sobre el riesgo de un incendio o una explosión.
Rusia, por su parte, denunció que las fuerzas ucranianas realizaron ataques con drones esta semana “a pocas decenas de metros de estructuras vitales para la seguridad de la central”.
15.000 soldados rusos muertos
La Organización No Gubernamental (ONG) Human Rights Watch (HRW), acusó el viernes a las tropas rusas de tortura, detenciones ilegales y de la desaparición forzada de civiles en el sur de Ucrania. En una entrevista exclusiva con la AFP, Alexander Lukashenko, presidente de Bielorrusia y principal aliado de Rusia, urgió a Occidente, a Moscú y a Kiev a negociar para evitar avanzar hacia un “precipicio” nuclear.
Al menos 15.000 soldados rusos murieron en Ucrania desde el inicio de la guerra, según estimaciones de los servicios de inteligencia británicos y estadounidenses. “Es aproximadamente el mismo número que perdieron en 10 años en Afganistán en la década de 1980″, dijo Richard Moore, jefe del MI6 británico.
En el plano cibernético, las autoridades de las dos regiones separatistas, anunciaron este viernes que decidieron bloquear el buscador estadounidense Google por promover “la violencia contra los rusos”. Y en el crucial sector energético, Europa respiró de alivio el jueves después de que Rusia volviera a abrir su flujo de gas a través de Nord Stream, tras una aparente suspensión de operaciones por mantenimiento.