Bruselas. Los líderes de los países de la Unión Europea (UE) realizan este lunes una cumbre extraordinaria en medio de enormes esfuerzos para superar divisiones y hallar una vía que permita alcanzar un acuerdo sobre un embargo del bloque a las importaciones de gas ruso.
“No hay compromisos por ahora, y por lo tanto no hay ningún acuerdo”, afirmó el primer ministro de Hungría, Viktor Orban, al llegar a la sede de la cumbre de líderes europeos en Bruselas, arrojando un balde de agua helada a la ilusión de un entendimiento. El embargo europeo a las importaciones de petróleo ruso es parte del sexto paquete de sanciones de la UE contra Rusia, aunque Hungría alega que tal medida es un golpe letal a su seguridad energética y por ello bloquea un acuerdo.
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Los embajadores de los países del bloque realizaron el domingo una reunión de urgencia que continuó en la mañana de este lunes para tratar de allanar un camino a un acuerdo, pero fuentes coincidentes apuntaron que no se lograron avances importantes.
La idea lanzada para romper el estancamiento es proceder con un embargo en dos fases, siendo que la primera se concentraría en el petróleo ruso que llega a la UE por vía marítima. De acuerdo con una fuente europea, esa medida afectaría dos tercios de las importaciones de petróleo ruso en el bloque.
De acuerdo con ese plan se adoptaría una segunda fase centrada en el crudo que llega por oleoducto, aunque los detalles en particular sobre los plazos serían negociados “más adelante”, según expresó un diplomático europeo. Ese acuerdo político para implementar ese plan en dos capítulos sería alcanzado “probablemente esta semana”, añadió.
Enfoque ‘realista’
Al llegar para una reunión en Bruselas, la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, fue franca sobre las posibilidades de que en esta cumbre los líderes anuncien una postura definitiva sobre la propuesta del embargo al petróleo ruso. “No creo que alcanzaremos un acuerdo hoy”, aseveró Kallas, quien apuntó que sería “más realista” esperar ese entendimiento en la próxima cumbre europea, prevista para fines de junio.
En opinión de Orban, la idea “no es mala”. “Es un buen abordaje, pero precisamos garantías de que en caso de un accidente con el oleoducto que pasa por Ucrania (...) tenemos el derecho que obtener el petróleo de Rusia por otras fuentes”, agregó.
Un borrador de la declaración de la cumbre menciona apenas que los líderes de la UE piden la adopción “sin demoras” del sexto paquete de sanciones, incluyendo el embargo “con una exención temporaria por el crudo entregado por oleoducto”. El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, tiene previsto conectarse mediante videoconferencia a la reunión con sus homólogos europeos.
Medidas adicionales
Hungría, un país sin salida al mar, importa el 65% del petróleo que consume desde Rusia a través del oleoducto Druzhba y, junto con Eslovaquia y la República Checa, han solicitado una excepción a la prohibición de importación. Diplomáticos dijeron que se ha otorgado un retraso de dos años al embargo a los países afectados, pero que Budapest quiere al menos cuatro años y casi €800 millones en fondos europeos para adaptar sus refinerías.
Además del controvertido embargo al petróleo, el sexto plan de medidas de la UE contra Rusia incluye además la retirada de más bancos de ese país de la red interbancaria Swift y la inclusión de nuevos nombres en la lista de funcionarios rusos sancionados.
Orban también criticó a la Comisión Europea por su “comportamiento irresponsable” al haber lanzado la propuesta del embargo petrolero si haber antes realizado consultas o negociar un consenso por los países del bloque.
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