Bruselas. Bruselas envió este viernes un fuerte mensaje de solidaridad a Kiev al respaldar su deseo de ser candidato a la Unión Europea (UE), un gesto que coincide con nuevos recortes del suministro de gas ruso al continente y con la intensificación de los combates en el este de Ucrania.
La Comisión Europea recomendó otorgar a Ucrania el estatuto de candidato y gracias a este visto bueno, la cuestión podrá ser debatida en la cumbre europea de los próximos 23 y 24 de junio en Bruselas.
“Todos sabemos que los ucranianos están dispuestos a morir por defender sus aspiraciones europeas. Queremos que vivan con nosotros, por el sueño europeo”, declaró la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, vestida con los colores de la bandera ucraniana.
Los 27 miembros de la UE deberán dar su luz verde de forma unánime. Pero los líderes de las principales economías europeas - Alemania, Francia e Italia - ya expresaron su apoyo total en un viaje a Ucrania el jueves.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, celebró inmediatamente esta “decisión histórica” y dijo que esperaba un “resultado positivo” en la cumbre de la próxima semana.
Moscú, por su parte, estimó que la UE está “manipulando” a Ucrania con la posibilidad de una adhesión.
“Desde hace años, los países occidentales manipulan esta idea de algún tipo de participación de Ucrania en sus estructuras de integración y desde entonces, Ucrania va de mal en peor”, dijo a las agencias rusas la portavoz del ministerio ruso de Relaciones Exteriores, Maria Zajarova, vaticinando que el país “no tendrá un futuro brillante” dentro de la UE.
Aún si la UE otorga el estatuto de candidato a Ucrania, Kiev podría tardar años en cumplir todos los requisitos formales de adhesión.
Von der Leyen reconoció que las autoridades del país habían “hecho mucho” por la candidatura, pero señaló que todavía había “mucho por hacer”, especialmente en la lucha contra la corrupción y el respeto al Estado de derecho.
Cortes del suministro de gas
Además de la presión militar, que no cede, Rusia sigue inyectando tensión en el mercado del gas con reducciones del suministro a Europa.
El operador de la red francesa de transporte de gas GRTgaz anunció este viernes que no recibe gas ruso por gasoducto desde el 15 de junio, y la italiana Eni dijo que espera a recibir solo un 50% del gas pedido al gigante ruso Gazprom durante la jornada.
Varios países europeos, entre ellos Italia y Alemania, dependen en gran medida del gas ruso para satisfacer sus necesidades energéticas.
Estos dos países rechazan que las reducciones del suministro se deban a operaciones de mantenimiento, como asegura Gazprom, y consideran que la medida es política.
Como media, un 40% del gas que consumen buena parte de los países europeos procede de Rusia. Este porcentaje es más alto en algunos países: 55% en el caso de Alemania y 85% en el de Bulgaria.
En la mayoría de países europeos la escasez de gas no se siente aún, ya que en pleno verano no se necesita prender la calefacción. Pero es justamente en el período estival cuando los países por lo general reponen sus reservas, con un objetivo de al menos almacenar un 80% para noviembre en la Unión Europea (UE).
Situación humanitaria “preocupante”
En Ucrania, 113 días después del inicio de la guerra, “la situación humanitaria, en particular en la región oriental del Donbás, es extremadamente preocupante y sigue deteriorándose rápidamente”, dijo la Agencia de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA).
Los combates entre las tropas rusas y las ucranianas continúan en Severodonetsk, una ciudad clave del Donbás que Moscú intenta controlar desde hace semanas.
Severodonetsk es la localidad más importante de la región de Lugansk que aún está bajo control ucraniano.
En total, unos 10.000 civiles siguen en la ciudad, que contaba con unos 100.000 habitantes antes de la guerra, según el gobernador de Lugansk, Serguéi Gaidai.
Gaidai hizo un llamado a un alto el fuego total para evacuar a civiles refugiados en una enorme planta química de la ciudad.
Señaló además que actualmente cualquier intento de salir de esta fábrica, donde están refugiadas 568 personas, incluidos 38 niños, es “imposible y peligroso” “debido a los bombardeos y constantes combates”.
En el pueblo de Adamivka, en la línea de frente del Donbás, cerca de la ciudad de Sloviansk, un cohete cayó en el jardín de una comunidad de monjas ortodoxas, que viven bajo el bombardeo casi constante de las fuerzas rusas.
“Confiamos en la voluntad de Dios (...). Este es nuestro hogar, no tenemos otro lugar al que ir”, decía la hermana Anastasi.
En la ciudad de Mikolaiv, en el sur de Ucrania, al menos dos personas murieron y 20 resultaron heridas en un ataque ruso, informó el gobernador de la región, Vitali Kim.