Chicago. Al menos dos estudiantes murieron y más de una decena de personas resultaron heridas el martes cuando un adolescente abrió fuego en un instituto del estado de Kentucky, en el último tiroteo que sacude a Estados Unidos.
Un alumno de 15 años fue arrestado por perpetrar presuntamente el ataque en el centro de educación secundaria Marshall County High School de la pequeña ciudad de Benton.
Los dos estudiantes fallecidos, también de 15 años, murieron por heridas de bala, explicó en una rueda de prensa el gobernador Matt Bevin.
Doce personas también recibieron disparos y cinco sufrieron otro tipo de lesiones durante el tiroteo.
El sospechoso fue detenido "sin violencia" y "será acusado de ambos asesinatos e intento de asesinato", señaló.
Uno de los estudiantes falleció en el acto y el otro al llegar al hospital, donde otras cinco personas se hallan internadas "en estado crítico", dijo el jefe de policía de Kentucky, Rick Sanders.
El oficial contó que el tiroteo comenzó cuando el centro escolar arrancaba sus actividades de la mañana.
"El incidente se inició cuando un estudiante de 15 años armado con una pistola entró en el instituto y empezó el tiroteo", señaló.
La policía estatal estuvo hace poco en la zona "enseñando a alumnos y profesores a cómo responder a un tiroteo y todo el mundo en el instituto reaccionó de forma apropiada", celebró.
El jefe policial reveló que en el momento del tiroteo había un agente encargado de la seguridad del centro escolar, pero no dio detalles de su actuación durante el incidente.
Los alumnos huyeron cuando oyeron los disparos, según el diario The Marshall County Tribune-Courier, y se refugiaron luego en una escuela cercana donde sus padres pudieron recogerles.
"Es una gran tragedia", manifestó el gobernador en un comunicado antes de la rueda de prensa. "Es increíble que esto ocurra en una pequeña comunidad como el colegio Marshall County".
De acuerdo con Everytown for Gun Safety, una ONG que trata de reducir la violencia armada, el último tiroteo en Kentucky ocurrió en septiembre de 2014, cuando un estudiante hirió de un disparo a otro en un pasillo del colegio Fern Creek High School de Louisville.
Estados Unidos sufre constantemente tiroteos. En los últimos meses sufrió dos de los más sangrientos de la historia del país.
En octubre de 2017, un hombre abrió fuego desde un hotel de Las Vegas, matando a 58 personas e hiriendo a más de un centenar que disfrutaba de un festival de música country.
Al mes siguiente, un hombre asesinó a 26 personas, incluido un recién nacido, en una iglesia de Texas.
Esta lacra abre una y otra vez el debate sobre el control de armas.
La mayoría de congresistas demócratas abogan por endurecer las leyes para reducir el número de matanzas, mientras que los republicanos –apoyados por la poderosa Asociación Nacional del Rifle– se opone a implementar restricciones, alegando que los ciudadanos pueden protegerse mejor con armas de la violencia armada.