Montevideo. AP. Luego de 12 horas de acalorado debate, el Senado de Uruguay aprobó ayer una ley que regula y legaliza el uso de la marihuana, y que convierte a Uruguay en el primer país del mundo en tener un mercado legal y reglamentado de cannabis.
El proyecto fue aprobado por 16 votos contra 13 y cuenta con el respaldo del presidente José Mujica. La bancada oficialista, que tiene una exigua mayoría de un voto en el Senado, votó monolíticamente para lograr la aprobación. Los 15 senadores de la oposición manifestaron estar en contra del proyecto, aunque dos de ellos no estuvieron en sala cuando finalmente se votó.
El texto tuvo el visto bueno de la Cámara de Diputados en julio.
“Hoy es un día histórico. Uruguay pasa a ser una especie de vanguardia internacional en este tema”, manifestó al votar el senador Alberto Couriel, del Frente Amplio (oficialista).
Marcada división. El encendido debate, seguido desde las barras por partidarios de la marihuana libre y decenas de periodistas de distintas partes del mundo, no permitió acercar las posiciones entre los dos bloques parlamentarios.
El oficialismo mostró su entusiasmo con el paso que se apresta a dar. La ley representa “una política decidida e innovadora frente al crimen organizado”, dijo el senador Roberto Conde.
Otro legislador, Luis Gallo, arguyó que la ley, promovida por Mujica, es necesaria porque la prohibición de las drogas fracasó.
El mandatario ha señalado que el objetivo de este “experimento” es quitarle el mercado de la marihuana al narcotráfico y no estimular el consumo de la droga.
La definición de “experimento” dada por Mujica fue el centro de las críticas más duras de la oposición.
“Es terrible hacer un experimento con la gente de un país”, expresó el senador Luis Lacalle, del Partido Nacional, presidente de Uruguay entre 1990 y 1995.
La legislación fija en 40 gramos la cantidad mensual de marihuana que podrá comprar cada ciudadano mayor de 18 años en las farmacias.
El texto también permite a los consumidores cultivar sus propias plantas, hasta seis en un domicilio particular.
El senador opositor Luis Alberto Heber, que votó en contra del proyecto en general, manifestó su apoyo a este punto en particular. La ley también habilita a formar clubes de autocultivo que podrán tener hasta 45 socios.
Los partidos de oposición votarán contra del proyecto por entender que fomentará el consumo de drogas, y algunos de sus legisladores ya anticiparon su voluntad de trabajar para derogarla, incluso convocando a un plebiscito.