Naciones Unidas. El presidente estadounidense, Donald Trump, denunció “una tragedia de proporciones históricas” en Venezuela, pero prometió que los venezolanos “serán libres”, al discutir el miércoles la crisis con gran parte de sus homólogos latinoamericanos, al margen de la Asamblea General anual de Naciones Unidas.
Venezuela, que vive una creciente escasez de ciertas medicinas, combustible y electricidad, ha sido "destruida por el socialismo", dijo Trump en una reunión en un hotel de Manhattan, a la que invitó a representantes de más de 20 países de la región, incluidos los presidentes de Colombia, Chile, Ecuador, Argentina y Panamá.
Pero Estados Unidos “está haciendo todo lo que puede para aislar a (Nicolás) Maduro y sus cómplices” y seguirá “apoyando al pueblo venezolano cada día hasta que sean finalmente libres de esta terrible opresión”, manifestó. “Serán libres. Sucederá”, prometió.
Más tarde, en una conferencia de prensa donde fue bombardeado con preguntas sobre la apertura de un proceso de destitución en su contra, Trump aseguró que tiene la situación en Venezuela "bajo control".
“Todo estará bien. Estamos muy involucrados. Sabemos bien lo que está pasando” en Venezuela, afirmó.
Julio Borges, el encargado de la diplomacia del líder opositor Juan Guaidó, insistió en la reunión que “ninguna opción debe ser descartada para librar a Venezuela y la región del régimen corrupto”, y afirmó que en el último año el gobierno de Maduro “mató a un ciudadano cada dos horas”.
"Dicen que mantener abierta todas las opciones es peligroso. Presidente (Trump), la evidencia muestra que lo peor que puede pasarle a Venezuela es que nada pase. Lo que es realmente peligroso, lo que es inaceptable, es tener un régimen que desestabiliza a toda la región y que hoy está matando de hambre a 35 millones de personas", afirmó Borges.
Hace un año, en la anterior cita anual de los líderes mundiales en la ONU, Trump aseguró que no descartaba una opción militar en Venezuela, aunque su gobierno asegura que apoya una transición pacífica a la democracia y ahora presiona por más sanciones de Europa y Latinoamérica contra funcionarios del gobierno venezolano.
El gobierno de Trump y otros 54 países reconocen a Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, como mandatario interino. Insisten en que Maduro debe dejar el poder y convocar a elecciones, pero las negociaciones entre gobierno y oposición no han dado fruto y están interrumpidas.
Borges llamó a todos los países de la región a sancionar también a Cuba. "Es hora de que (Raúl) Castro y (Miguel) Díaz-Canel comprendan las consecuencias de apoyar un gobierno criminal", afirmó.
Los presidentes de Cuba y Venezuela no acudieron este año a la Asamblea General. Guaidó envió a una delegación con una nutrida agenda al margen de la mayor cumbre diplomática mundial.
‘Bloqueo diplomático’
El presidente colombiano, Iván Duque, llamó a crear "un bloqueo diplomático" contra Maduro y sus aliados.
En su discurso ante Naciones Unidas, sostuvo que 16 países de la región creen que Venezuela está involucrada en “el tráfico de drogas, el lavado de activos, el terrorismo y su financiación, la corrupción y la violación de derechos humanos”, lo cual constituye “una amenaza regional” que viola la resolución 1373 del Consejo de Seguridad de la ONU.
Duque anunció además a Trump que presentará al secretario general de la ONU y al Consejo de Seguridad un informe de 128 páginas que detalla los presuntos delitos y que espera que este sea debatido.
El lunes, 16 países latinoamericanos activaron el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) para actuar de forma colectiva con el fin de sancionar a altos funcionarios venezolanos.
“La conclusión es que esta dictadura tiene que terminar”, sentenció –por su lado en la reunión– el presidente de Chile, Sebastián Piñera.
"Maduro es parte del problema y nunca será parte de la solución", añadió, y fustigó a Cuba, China, Rusia, Irán y Turquía por ayudar a Venezuela.
El gobernante ecuatoriano, Lenín Moreno, quiso hacer una precisión: “La acción internacional no puede ser interpretada en ningún momento como que es una intervención” porque es tomada por “todos los países unidos”.
“Son más de cuatro millones de seres humanos que huyen de este régimen despótico, hambreador, corrupto, protector de terroristas”, expuso en referencia a los venezolanos que han salido del país.
Naciones Unidas estima que un cuarto de la población venezolana necesita ayuda humanitaria y que unos 5.000 personas abandonan el país cada día.
“Definitivamente, Venezuela es un Estado fallido”. El libertador “Simón Bolívar debe estar revolcándose en su tumba por lo que se ha hecho con la democracia” venezolana, sentenció Moreno.