Moscú. El presidente ruso, Vladimir Putin, comparó la incursión ucraniana en la región rusa de Kursk con la sangrienta toma de rehenes en la escuela de Beslán, en el Cáucaso, al cumplirse este martes 20 años de aquella tragedia.
“Así como luchamos contra los terroristas, hoy debemos luchar contra quienes cometen crímenes en la región de Kursk, en el Donbás, en la Nueva Rusia”, declaró Putin durante una visita a esa escuela, según un video publicado en Telegram.
El Donbás es una región del este de Ucrania, controlada en gran parte por tropas rusas. El término “Nueva Rusia” se refiere a un proyecto para crear un territorio ruso en el sur y este de Ucrania, donde las tropas rusas concentran su ofensiva desde la intervención militar iniciada en febrero de 2022.
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“Así como alcanzamos nuestros objetivos en la lucha contra el terrorismo, los alcanzaremos también en la lucha contra los neonazis y sin duda castigaremos a los criminales”, añadió Putin, retomando uno de los argumentos utilizados al lanzar la operación de “desnazificación” de Ucrania.
En esta primera visita al lugar de la tragedia, Putin rindió homenaje a las víctimas de la toma de rehenes en la Escuela Número 1 de Beslán, una pequeña ciudad en la república rusa de Osetia del Norte.
El 1°. de setiembre de 2004, un comando que exigía la retirada de las tropas rusas de Chechenia asaltó el centro educativo, tomando como rehenes a más de mil personas.
Tres días después, tras un asalto de las fuerzas de seguridad, 332 personas, entre ellas 186 niños, murieron en el recinto. La visita de Putin se produce en momentos en que Rusia enfrenta una incursión en la región de Kursk, iniciada el 6 de agosto.
Ucrania lanzó esta operación después de meses de repliegue en su territorio frente a las tropas rusas.
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El 22 de marzo de este año, Rusia sufrió el peor atentado desde Beslán en 2004, cuando hombres armados atacaron la sala de conciertos Crocus City Hall, en la periferia de Moscú, matando a 145 personas e hiriendo a cientos más.
Más de 20 personas fueron detenidas por su presunta implicación en ese ataque, todas oriundas de la exrepública soviética de Tayikistán, vecina de Afganistán.
La matanza fue reivindicada por la organización yihadista Estado Islámico (EI), pero las autoridades rusas atribuyen la orquestación a Ucrania, que niega cualquier implicación.