Kiev. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, informó este martes que su ejército se enfrenta a un “incremento en el número de ataques” rusos en el este del país, particularmente alrededor de la disputada ciudad de Avdiivka.
Las fuerzas de Moscú estuvieron intentando rodear esta ciudad industrial durante un mes, convirtiéndola en uno de los puntos clave del conflicto. A pesar de que la línea del frente estuvo prácticamente estancada durante un año, tanto Zelenski como el Kremlin sostienen, por separado, que la guerra no llegó a un callejón sin salida.
“El ejército informa sobre un aumento en el número de ataques enemigos”, destacó el presidente ucraniano en Telegram, mencionando las zonas de Avdiivk, Kupiansk y Donetsk en el este.
Zelenski afirmó que sus soldados “mantienen sus posiciones” y llevan a cabo “ofensivas”. Recientemente, Ucrania admitió el fracaso de su contraofensiva iniciada en junio, enfrentándose desde entonces a las sólidas defensas rusas.
Para Kiev, es esencial avanzar y evitar el desgaste de sus aliados occidentales en un conflicto que lleva casi dos años. Según blogueros militares rusos y ucranianos, así como expertos que analizan información de fuentes abiertas, desde finales de octubre, el ejército ucraniano logró anclar fuerzas en la ribera ocupada del río Dniéper, especialmente en Krinki, en la región meridional de Jersón.
Esta información no fue confirmada ni por Moscú ni por Kiev.
Zelenski también acusó este martes a los rusos de “vengarse de la ciudad liberada de Jersón”, que acaba de celebrar el primer aniversario del fin de su ocupación, bombardeándola “sin ninguna razón militar”. El día anterior, los ataques rusos causaron tres muertos y doce heridos, incluyendo a un bebé de dos meses, según las autoridades locales.
Retraso en llegada de proyectiles
El ministro de Defensa de Alemania reconoció que la Unión Europea (UE) no cumplirá la meta de enviar a Ucrania un millón de proyectiles de artillería para marzo de 2024, como se planeó. Hasta ahora, los países del bloque solo proporcionaron 300.000 municiones de sus reservas.
Boris Pistorius, ministro de Defensa alemán, expresó al llegar a una reunión con sus homólogos de la UE en Bruselas: “Lamentablemente, las voces de advertencia ahora tienen razón. El millón de proyectiles no se alcanzará. Tenemos que asumirlo.”
Aunque los funcionarios de la UE insisten en que es prematuro afirmar que no se logrará el objetivo, existe creciente escepticismo sobre su factibilidad.
Josep Borrell, jefe de la diplomacia del bloque, señaló que un problema importante radica en que las empresas de defensa europeas exportan alrededor del 40% de su producción, proponiendo desviar esa producción hacia Ucrania como una solución.
Thierry Breton, comisario europeo de Mercado Interior, destacó que los esfuerzos para aumentar la producción tuvieron un impacto positivo y afirmó que la UE debería ser capaz de producir un millón de proyectiles al año.
Hanno Pevkur, Ministro de Defensa de Estonia, informó que su país realizó una adquisición de municiones por valor de €280 millones (unos $300 millones), calificándola como “la mayor adquisición en Europa en este momento”.
Las dificultades de la UE para cumplir con las entregas prometidas surgen en un momento en que la oposición en el Congreso de Estados Unidos cuestiona la capacidad de Washington para mantener los suministros.
En Ucrania, los combates contra las tropas rusas parecen llegar a un punto muerto, ya que la esperada contraofensiva ucraniana no logró recuperar mucho territorio.
La UE sostiene que las instituciones del bloque y los países miembros canalizaron apoyo militar por valor de €27.000 millones ($29.000 millones) a Ucrania desde el inicio de la invasión rusa.