París. AFP. Todo transcurría con normalidad en el vuelo del Airbus A321 de la empresa rusa Metrojet, que se desvaneció “súbitamente”, lo cual sugiere que ocurrió una despresurización brusca, dijo el viernes una fuente cercana a la investigación.
El análisis de las cajas negras del avión ruso que se estrelló el sábado en el Sinaí, Egipto, sustenta la hipótesis de un atentado, afirmaron personas próximas a las pesquisas.
Entre tanto, Rusia dispuso la suspensión de todos los vuelos de las aerolíneas nacionales hacia Egipto, medida que ya habían adoptado el Reino Unido y compañías como Lufthansa.
La pista de la bomba. Casi una semana después del siniestro que costó la vida de las 224 personas a bordo del Airbus que se estrelló pocos minutos después de despegar de Sharm el Sheij, todo parece apuntar a la explosión de una bomba.
Poco después, el grupo yihadista Estado Islámico (EI) afirmó haber destruido el aparato, pero sin explicar cómo.
Las cajas negras son grabadoras que registran las conversaciones de la tripulación y datos como altitud, velocidad y dirección de la aeronave.
“La hipótesis de una explosión originada en una falla técnica, un incendio u otra cosa, parece sumamente improbable, ya que los aparatos que graban habrían señalado algo antes de la ruptura o los pilotos hubieran dicho algo”, comentó.
“Un avión no deja de transmitir datos tan bruscamente en plena altitud de crucero, si no ocurre una súbita explosión”, puntualizó el informante.
También afirmó que en las fotos de los escombros del avión, algunos de ellos parecen llenos de impactos del interior hacia el exterior del aparato, “lo cual tiende a dar crédito a la tesis de un artefacto pirotécnico”.
El presidente estadounidense, Barack Obama, evocó el jueves la “posibilidad de que hubiera una bomba” en el Airbus ruso , en tanto el primer ministro británico, David Cameron, estimó “más que probable de que se trate de una [[BEGIN:INLINEREF LNCVID20151106_0013 ]]bomba terrorista[[END:INLINEREF]]”.
Alto a los vuelos. Rusia optó primero por la prudencia ante esas hipótesis, pero, este viernes, el presidente Vladimir Putin ordenó suspender los vuelos de las compañías aéreas nacionales con destino a Egipto.
“El jefe de Estado ruso aceptó las recomendaciones” del jefe de los Servicios Secretos (FSB), Alexandre Bortnikov, y “ordenó al Gobierno elaborar los mecanismos que permitan aplicar estas recomendaciones”, declaró el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov.
Más tarde, el presidente egipcio, Abdel Fatah al-Sisi, acordó con Putin reforzar la coordinación para garantizar la seguridad de los vuelos de las líneas rusas.
Sisi llamó a Putin y acordaron “reforzar la cooperación” entre las agencias de ambos países para garantizar la seguridad de los turistas rusos y reforzar las medidas de seguridad para los aviones rusos, agregó el comunicado.
Reino Unido comenzó, por su parte, este viernes a repatriar a los 20.000 turistas británicos presentes en el balneario de Sharm el-Sheij. El primer avión aterrizó en la tarde en el aeropuerto londinense de Gatwick.
La Aviación Civil egipcia decidió autorizar solo ocho de los 29 vuelos previstos este viernes para evacuar a los británicos.
Los pasajeros solo pueden llevar equipaje de mano y el resto de sus pertenencias llegarán ulteriormente, una medida que responde a la desconfianza en el manejo del equipaje en el aeropuerto egipcio y a la sospecha de que alguien colocó una bomba en la bodega del Airbus A321.
En la misma línea, la aerolínea holandesa KLM prohibió este viernes que cargaran el equipaje en la bodega de un avión suyo que despegaba de El Cairo.