Kiev. Las tropas rusas avanzan en el este de Ucrania, bombardeando ciudades y buscando “destruir todo ahí”, declaró el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, mientras Moscú aseguró que se prepara para una guerra prolongada.
Al entrar el miércoles en su cuarto mes de guerra, las fuerzas rusas bombardearon sin tregua la ciudad industrial de Severodontsk, que intentan rodear con un movimiento de pinzas.
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Zelenski lamentó los miles de ucranianos muertos desde el inicio de la invasión rusa y reiteró el llamado a sus aliados extranjeros para que le brinden armamento pesado, al afirmar que esas armas son “la mejor inversión para la estabilidad mundial”.
Sergei Gaidai, gobernador de la región oriental de Lugansk, dijo que Severodonetsk estaba siendo golpeada por ataques aéreos, cohetes, artillería y morteros para afianzar el control sobre la provincia y adentrarse más en Ucrania.
“La situación es muy difícil y lamentablemente solo empeora”, declaró Gaidai en un video por Telegram, al citar una “ofensiva a gran escala en todas las direcciones”. “El ejército ruso decidió destruir Severodonetsk completamente. Simplemente están borrando Severodonetsk de la faz de la tierra”, afirmó.
En Moscú, el ministro ruso de Defensa, Sergei Shoigu, dejó claro que su país está preparado para una guerra prolongada. “Continuaremos la operación militar especial hasta alcanzar todos los objetivos”, declaró, utilizando la denominación de la guerra usada por Moscú.
Zelenski, en su mensaje diario al país, calificó el martes la situación en la región oriental del Donbás como “extremadamente difícil”. “Toda la fuerza que el Ejército ruso todavía tiene ha sido lanzada ahí para la ofensiva”, aseguró Zelenski. “Los ocupantes quieren destruir todo ahí”, enfatizó.
Suministrar granadas propulsadas por cohete, tanques, misiles antibuque y otras armas es “la mejor inversión para prevenir futuras agresiones rusas”, declaró Zelenski. “Cuanto más se prolonga esta guerra, mayor será el precio de resguardar la libertad, no solo en Ucrania, sino en todo el mundo libre”, agregó.
‘Heroísmo’
El financiamiento y las armas occidentales ayudaron a Ucrania a contener los avances rusos en varias regiones, incluyendo la capital Kiev. Rusia ahora se enfoca en expandir sus conquistas en el Donbás, este del país, así como la costa sur.
El gobernador Gaidai aseguró que Rusia envió a miles de soldados para capturar Lugansk y que el bombardeo de Severodonetsk era tan intenso que los 15.000 civiles que permanecen ya no pueden salir.
Por su parte, el ministro ruso de Defensa, Shoigu, atribuyó el lento avance de su país a un intento “deliberado” de evitar bajas civiles. “No estamos corriendo a cumplir un plazo”, agregó Nikolai Patrushev, secretario del Consejo de Seguridad ruso, en una entrevista.
Zelenski rechazó la versión rusa y aseguró que Moscú sufrió grandes bajas en la guerra, incluyendo al menos a 30.000 soldados.
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“Han sido tres meses de crímenes de guerra de los ocupantes rusos. Tres meses de bombardeo, destrucción, asedio. Y tres meses de gran heroísmo del pueblo que defiende su tierra, su país”, afirmó. Pero su país necesita más ayuda.
El jefe de la inteligencia militar ucraniana, Kyrylo Budanov, indicó que las demoras en llevar armas al frente de combate dejaron a Kiev “catastróficamente corto de armas pesadas”. Sin embargo, espera un “punto de cambio” en agosto, dijo al diario Ukrainska Pravda.
‘Solo una guerra’
El ministerio ruso de Defensa dijo que las aguas del puerto de Mariúpol, una ciudad estratégica que sufrió un devastador asedio, fueron “desminadas” y que hay operaciones en marcha para “restaurar la infraestructura portuaria”.
Pero el alcalde de esa ciudad, Vadym Boychenko, dijo al Foro Económico Mundial de Davos, por video, que hay 100.000 personas sin agua, alimento y electricidad, y advirtió que las enfermedades podrían provocar más muertes.
En ese foro, el presidente suizo Ignazio Cassis anunció que su país organizará, el 4 y 5 de julio, una “conferencia de reconstrucción de Ucrania”, que deberá abordar las contribuciones ya anunciadas y futuras del Banco Mundial, la OCDE y la Unión Europea (UE).
En la ciudad sureña de Jersón, bajo control de las fuerzas rusas desde el inicio de la guerra, autoridades apoyadas por Moscú continuaron presionando por una anexión formal mientras los pobladores se muestran preocupados por su futuro.
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En una gira de prensa organizada por el ministerio ruso de Defensa, periodistas de la AFP observaron que la ciudad evitó en gran parte los estragos de la guerra, que dejó gran parte del país en ruinas. Pero la vida cotidiana continúa en la incertidumbre.
“La gente está muy preocupada”, dijo a AFP Alexander Loginov, un conductor de trolebús de 47 años, al citar la inestabilidad reinante y el temor por el pago de salarios con “los bancos ucranianos cerrados”. “Honestamente, es solo una guerra”, agregó Loginov. “Mucha gente aún no entiende lo que sucedió”, añadió.