Daniela Piedra es de San Carlos; Javier Baltodano, de Alajuela y Marco Orozco, de Desamparados. Estos tres costarricenses viven con sus familias en diferentes sitios de Florida donde se preparan ante la inminente llegada del huracán Milton, clasificado como de categoría 5.
Este es el segundo gran huracán en el Golfo de México en las últimas dos semanas. En Florida, los organismos gubernamentales estatales y federales pidieron a los residentes de la costa oeste de la península que se preparen para una de las mayores evacuaciones desde el huracán Irma de 2017.
Daniela Piedra vive en Kissimmee, en el condado de Osceola, desde hace cuatro años junto a su esposo –nacido en Cuba y quien trabaja como enfermero– y su hijo.
A pesar de que su localidad se encuentra en una zona más central del estado, está preocupada por la lluvia e inundaciones que pueda traer Milton. “Con el huracán anterior, en esta zona llovió mucho. Ahora hay un sistema de baja presión y las inundaciones pueden ser un problema con Milton”, explica, refiriéndose a las condiciones que dejó el huracán Helene, el cual provocó más de 200 muertes en el sureste de Estados Unidos hace apenas unos días.
Precisó que desde su llegada a Florida ha experimentado en varias ocasiones los efectos de los huracanes, aunque ninguno tan poderoso como el que se aproxima.
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“Desde el primer día cuando llegué, tuve la experiencia de vivir vientos muy fuertes que nunca había visto en mi vida. A lo largo del tiempo aquí hemos tenido que lidiar con huracanes, pero de categoría 1, lo cual no es cosa menor, pero no es la magnitud de lo que se vive con uno de categoría 4 o 5″, comenta.
Relató que el curso lectivo se suspenderá de martes a jueves, con posibilidad de extenderse según las consecuencias del huracán.
‘Vamos a vivir el impacto en un edificio de concreto’
Por su parte, Javier Baltodano, un costarricense oriundo de Alajuela que vive en Tampa desde hace dos años y medio, asegura que esta es la primera vez que enfrenta un huracán de semejante magnitud.
“Con Helene hubo fuertes lluvias con vientos de mucha velocidad, los buzones se desprendieron y algunas cosas menores como basureros. Eso sí, las marejadas alcanzaron los 12 pies (3,6 metros)”, recuerda. Con la amenaza de Milton cada vez más cercana, ha decidido trasladarse este martes con su familia a la casa de un amigo cuya vivienda está construida con materiales más resistentes. “Nos preparamos con insumos, alimentos no perecederos, agua y lo básico para enfrentar la emergencia”, asegura.
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Además de enfrentar largas filas en las estaciones de servicio y supermercados, Baltodano relata cómo miles de personas buscan salir de las áreas más vulnerables. “Las filas de evacuaciones son extensas. Miles de personas buscan estados como las Carolinas (Carolina del Norte y Carolina del Sur), Georgia y Tennesse”, señala. Javier, quien vive a solo 15 minutos de la bahía de Tampa, se muestra preocupado por el impacto que la marejada ciclónica podría tener en la región.
‘Lo peor es después del paso del huracán’
Marco Orozco, otro costarricense residente de Tampa y originario de Desamparados, San José, cuenta con más experiencia en lidiar con huracanes, dado que ha vivido en Florida durante 23 años. Sin embargo, no subestima la magnitud de Milton y destaca lo complicado que es lidiar con las consecuencias de estos fenómenos.
“Vivir estas experiencias es impactante porque estar bajo ráfagas de más de 100 millas por hora es fuerte. El ruido que provoca en las paredes de las casas es una experiencia surreal. Nosotros no hemos evacuado la zona porque donde vivimos es catalogado como área D. Ya la A,B y C fueron evacuadas”, comenta.
Uno de los mayores temores de Marco es el impacto que el huracán pueda tener en su propiedad, que cuenta con una gran cantidad de árboles. “Con el paso de otros huracanes he tenido que reparar mi casa porque las ramas provocan daños”, relata. No obstante, destaca que lo más complicado suele ser la situación después del paso del huracán.
“Lo peor es después de que esto pasa. Quedar sin electricidad, sin Internet, inundados y con desabastecimiento porque los camiones repartidores no ingresan de inmediato”, explica. A pesar de todo, Marco asegura estar preparado, con las ventanas de su casa ya cubiertas y con la esperanza de que el huracán no cause daños mayores.
En medio de la incertidumbre, los costarricenses en Florida se preparan para enfrentar lo que podría ser uno de los huracanes más devastadores en la historia reciente del estado. Con medidas de evacuación y el apoyo de las autoridades, esperan minimizar el impacto de Milton, aunque el temor a las posibles inundaciones, la falta de suministros y los daños a la infraestructura persisten entre la población.
Mientras tanto, las previsiones meteorológicas indican que el huracán podría tocar tierra en Florida este miércoles, dejando a su paso fuertes vientos y lluvias torrenciales que podrían generar peligros potencialmente mortales tanto en la costa como tierra adentro.