EscucharBerlín (dpa). El escándalo de abusos sexuales de alumnos por parte de dos sacerdotes en los años 70 y 80 en un colegio jesuita en Berlín adquirió mayores dimensiones al conocerse hoy la existencia de más casos.
Según comunicó hoy el rector del centro escolar, Klaus Mertes, otras 15 víctimas contactaron a la dirección. Con ello suman ya 22 los casos de estudiantes varones que fueron objeto de abusos sexuales por parte de dos sacerdotes de la orden que daban clase.
Incluso algunas de las víctimas enviaron a sus propios hijos al colegio pese a lo que habían sufrido, informó la escuela.
El propio rector, el jesuita Mertes, fue quien divulgó los casos, al escribirle una carta a unos 600 ex alumnos de los años 70 y 80, época en los que se cometieron los abusos.
"Con gran conmoción y verg�enza he tomado nota de estos ataques terribles, no solo aislados sino sistemáticos y de varios años de duración", reza el escrito. Mertes dijo que tenía conocimiento hasta ahora de siete casos pero que partía de la base de que "la cifra oscura es mayor".
El rector precisó que tuvo conocimiento de sendos casos en el 2004 y el 2005, pero explicó que no había seguido investigando porque ambas víctimas le habían rogado discreción.
Mertes aseguró que todos los casos ocurrieron en los años 70 y 80 y afectaban exclusivamente a dos maestros que ya no trabajan en el colegio desde hace años y abandonaron la orden en los años 80.
El colegio, de carácter privado, es una de tres escuelas secundarias de la orden de los jesuitas en Alemania y por ella pasaron estudiantes que hoy se encuentran en posiciones ejecutivas en la política, los medios y la empresa privada. Su alumnado es mixto desde 1974.
"En tanto estén vivos efectuaremos las investigaciones correspondientes", anunció, y explicó que se había decidido a escribir la carta "para contribuir a romper el silencio en las promociones afectadas y dar la posibilidad para que hablen los afectados de estas promociones".
La policía berlinesa abrió expediente sobre el caso. No se efectuó denuncia policial, pero se analizarán los casos individuales para ver si han prescrito los delitos.
