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París. Reuters. Una disputa internacional por las caricaturas del profeta Mahoma crecía ayer a medida que más diarios europeos imprimían las controversiales tiras cómicas danesas y los musulmanes aumentaban la presión para detenerlos.
Cerca de una docena de hombres armados palestinos rodearon ayer las oficinas de la Unión Europea (UE) en Gaza, para exigir una disculpa por las caricaturas, una de las cuales mostraba al fundador del Islam utilizando un turbante en forma de bomba.
Los musulmanes consideran una blasfemia la reproducción de cualquier imagen de Mahoma.
El dueño del diario francés France Soir , que publicó nuevamente las caricaturas el miércoles, despidió a su editor general para mostrar "una fuerte señal de respeto por las creencias y convicciones íntimas de todos los individuos".
Libertad. Pero el tabloide defendió su derecho a imprimir las caricaturas, que se publicaron por primera vez en el diario danés Jyllands-Posten en setiembre.
Le Temps en Ginebra y el Magyar Hirlap en Budapest publicaron otra caricatura ofensiva que mostraba a un imán pidiendo a militantes que detengan los ataques suicidas con bombas debido a que el cielo se había quedado sin vírgenes para recompensarlos.
El primer ministro danés, Anders Fogh Rasmussen, dijo que el asunto había ido más allá de un escándalo entre Copenhague y el mundo musulmán y se centraba ahora en la oposición entre la libertad de expresión occidental y los tabúes del Islam, que actualmente es la segunda religión en muchos países europeos.
"Estamos hablando de un asunto que constituye el significado fundamental de cómo trabajan las democracias", dijo Rasmussen al diario Politiken , de la capital danesa.
El embajador de Dinamarca en París se reunió con dirigentes musulmanes franceses, que han amenazado con acciones legales por la publicación de las caricaturas, y les entregó una carta de arrepentimiento de Rasmussen, escrita en árabe, y una disculpa del director del Jyllands-Posten .
El ministro francés de Relaciones Exteriores, Philippe Douste-Blazy, dijo que la libertad de prensa no podía ser puesta en duda, pero pidió moderación.