París. La censura del gobierno francés no implica la caída del presidente Emmanuel Macron, cuyo mandato termina en 2027, pero el centroderechista tiene ahora la difícil tarea de nombrar a un primer ministro y sin poder recurrir a nuevas elecciones legislativas.
Macron designó en setiembre al conservador Michel Barnier como primer ministro en busca de estabilidad. Esto ocurrió dos meses después de las elecciones legislativas adelantadas tras la victoria de la ultraderecha en los comicios al Parlamento Europeo.
LEA MÁS: Francia al borde de crisis política por inminente caída del primer ministro
El inesperado adelanto dejó una Asamblea Nacional (cámara baja) sin mayorías claras y dividida en tres bloques irreconciliables: izquierda, centroderecha y extrema derecha. Macron no puede convocar nuevas elecciones hasta julio.
En plena crisis política, ¿cuál es el margen de maniobra del que dispone el mandatario de 46 años?
¿Nombrar de nuevo a Barnier?
Nada impide a Macron designar nuevamente a Barnier. En 1962, Charles de Gaulle hizo lo propio con Georges Pompidou, único primer ministro en caer por una moción de censura desde 1958, aunque hubo elecciones entre ambos eventos.
El martes, Barnier, de 73 años, descartó esta posibilidad. “Quiero servir. Es un gran honor. Pero, ¿qué sentido tiene un nuevo nombramiento como primer ministro?”, dijo a las cadenas TF1 y France 2.
Entre los nombres que suenan para sucederlo están el ministro de Defensa, Sébastien Lecornu, y el aliado centrista de Macron, François Bayrou.
¿Apoyarse de nuevo en la derecha?
La elección de Barnier fue posible porque Los Republicanos (LR) decidieron dejar la oposición y gobernar junto a la alianza centrista que está en el poder desde 2017.
El líder de LR, Laurent Wauquiez, afirmó el martes ante sus diputados que su “compromiso en septiembre sólo valía para Barnier”, según su entorno, dejando entrever nuevas discusiones para entrar en un gobierno.
A dos años y medio de las elecciones presidenciales, a las que no puede optar Macron, los partidos intentan desvincularse del legado de un presidente impopular, pero sin aparecer como responsables de la crisis actual.
¿Ampliar los apoyos?
El exprimer ministro Gabriel Attal sugirió un pacto de “no censura” con LR y el Partido Socialista, que forma parte de la coalición de izquierdas Nuevo Frente Popular (NFP).
El gobierno surgido de este pacto contaría con ministros de la alianza de Macron, según el centroderechista Attal, y podría evitar que su supervivencia dependa del partido opositor Agrupación Nacional (RN) de la ultraderechista Marine Le Pen.
Algunos miembros más a la derecha de la coalición gobernante abogan por un “pacto” secreto entre el jefe de Estado y Marine Le Pen, para que esta permitiera la supervivencia de un nuevo gobierno.
¿Virar a la izquierda?
El NFP, formado por socialistas, ecologistas, comunistas y el partido de izquierda radical La Francia Insumisa (LFI), ganó las legislativas sin mayoría, pero Macron rechazó nombrar como primera ministra a su candidata, la economista Lucie Castets.
Aunque Castets dijo el martes que está “preparada para gobernar”, los socialistas proponen un pacto de “no censura” con acuerdos puntuales al resto de partidos, salvo la extrema derecha, pero con un gobierno de izquierdas.
Esta apertura choca con la posición de LFI, que aboga por “aplicar el programa y sólo el programa” del Nuevo Frente Popular, pese a que este escenario implicaría una censura rápida.
El líder de los socialistas, Olivier Faure, rechazó también un gobierno dirigido por el exprimer ministro socialista Bernard Cazeneuve, quien abandonó el partido y rechaza cualquier acuerdo con LFI.
¿Gobierno tecnócrata?
Otra de las posibilidades sería el nombramiento de un gobierno tecnócrata hasta las próximas elecciones legislativas, un recurso utilizado en Italia en varias ocasiones para superar crisis políticas.
Este gobierno se dedicaría a la gestión diaria y a cobrar los impuestos, pero se enfrentaría al escollo en el Parlamento de los presupuestos para 2025, que podrían provocar la eventual caída de Barnier.
“Detrás de lo técnico siempre está la política”, resume un líder de la alianza de Macron, rechazando este escenario.
¿Dimisión de Macron?
Cada vez más voces, desde la izquierda pero también de LR, consideran que la única salida a la crisis son la dimisión de Macron y un adelanto de la elección presidencial. Esto es “política ficción”, respondió el martes el mandatario.