Irán.- Cuatro presos murieron en un incendio ocurrido la noche del sábado en Teherán en la prisión de Evin, indicó la autoridad judicial de la República Islámica, sacudida desde hace un mes por un amplio movimiento de protestas propiciado por la muerte, en manos de la policía moral, de la joven, Mahsa Amini.
Las autoridades aseguran que fueron “malhechores” los que provocaron enfrentamientos y un incendio en el centro de detención, pero organizaciones no gubernamentales pusieron en duda esa versión.
“Visto cómo las mentiras de los responsables se han convertido en norma, no aceptamos las explicaciones oficiales”, dijo Iran Human Rights (IHR), ente basado en Oslo, Noruega. Agregaron que recibieron informaciones según las cuales los guardianes provocaron a los presos.
“Cuatro reos murieron a causa de la inhalación del humo provocado por el incendio y 61 resultaron heridos”, indicó el portal Mizan Online. Según ese mismo sitio web, sólo diez heridos fueron hospitalizados, cuatro de ellos en estado grave.
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Una imagen obtenida de la agencia de noticias iraní Mizan muestra los escombros luego de un incendio en la notoria prisión de Evin, al noroeste de la capital iraní. (KOOSHA MAHSHID FALAHI/AFP)
El incidente en la prisión "no tiene nada que ver" con las manifestaciones en numerosos puntos del país por la muerte de Mahsa Amini, según la agencia oficial.
En la prisión de Evin, a veces apodada “Universidad Evin” por la cantidad de intelectuales encerrados en ella, se encuentran actualmente numerosas personas detenidas debido a las protestas y, en general, presos políticos y de conciencia, así como extranjeros y binacionales.
La ola de manifestaciones por la muerte de la joven acumula cinco semanas pese a la represión de las fuerzas de seguridad, que ya dejan 108 muertos, según IHR.
Pese al cierre de las carreteras hacia Evin, los manifestantes se desplazaron a pie hasta el centro y en vídeos publicados en redes sociales por el medio de comunicación 1500tasvir pueden escucharse cánticos de “Muerte al dictador”, una de las principales consignas de las protestas.
Tras el incendio, varias oenegés y Estados Unidos mostraron su preocupación por los detenidos.
“Los prisioneros, incluidos los detenidos políticos, están completamente indefensos en Evin”, declaró Hadi Ghaemi, director del Centro para los Derechos Humanos en Irán (CHRI), con sede en Nueva York.
La secretaria general de Amnistía Internacional, Agnes Callamard, subrayó que las autoridades iraníes tenían “la obligación legal de respetar, proteger la vida y el bienestar de todos los prisioneros”.
Allegados y grupos de apoyo a presos como la investigadora franco-iraní Fariba Adelkhah, el estadounidense Siamak Namazi y los austriacos Kamran Ghaderi y Massoud Mossaheb aseguraron que estos se encontraban a salvo, pese a que el último habría inhalado humo.
La académica australiana, Kylie Moore, también presa en ese centro, declaró que familiares de prisioneras políticas habían dicho que todas se encontraban bien.
Además, el ministerio italiano de Exteriores confirmó que Alessia Piperno, una viajera italiana, detenida el 28 de septiembre y presa en Evin, estaba a salvo.
En solidaridad con los presos de Evin, el sábado por la noche tuvieron lugar manifestaciones, según varias oenegés, tras una jornada de protestas por la muerte de Mahsa Amini con el lema "¡El principio del fin!", en alusión al régimen de los ayatolás.
Amini fue detenida supuestamente por infringir el estricto código de vestimenta de las mujeres del país, que prevé particularmente el uso obligatorio de velo.
Las protestas siguen extendiéndose, encabezadas por mujeres jóvenes, que queman sus velos y no dudan en enfrentarse a la policía.
"¡Los mulás deben marcharse!", coreó el sábado un grupo de alumnas sin velo en la escuela técnica y profesional Shariati de Teherán, según un video publicado en internet.
También hubo marchas en Ardabil (noroeste) y protestas universitarias en Teherán, Isfahán (sur) y Kermanshah (noroeste), según videos publicados en internet.
Los dirigentes iraníes acusan a Estados Unidos, su enemigo jurado, de desestabilizar el país.
El domingo, la diplomacia iraní volvió a criticar las "injerencias" del presidente Joe Biden.
La actual contestación se ha convertido en la mayor ola de manifestaciones y violencia en Irán desde las protestas de 2019 contra la subida de precios de la gasolina en este país petrolero.
Pero serían necesarias “muchas más manifestaciones y sanciones” por parte de los países occidentales para hacer caer al régimen iraní, considera Cornelius Adebahr, analista del centro de estudios internacionales Carnegie Europe