El servicio eléctrico comenzó a restablecerse lentamente en Cuba este domingo, luego de un apagón general que dejó a la isla sin corriente durante cerca de 40 horas. Se trata del cuarto corte total de energía en menos de seis meses.
El director de Energía Eléctrica, Lázaro Guerra, informó que el sistema eléctrico interconectado ya abarcaba desde Mariel, un puerto a 46 kilómetros de La Habana, hasta Guantánamo, en el extremo oriental del país. Sin embargo, parte del occidente de Cuba seguía desconectada.
Para la mañana del domingo, la red generaba 935 megavatios hora (MWh), aunque la demanda diaria promedio supera los 3.000 MWh. En La Habana, ciudad de 2,1 millones de habitantes, solo el 19% de los hogares había recuperado la electricidad, según las autoridades.
“Realmente, a las 5 de la mañana fue un corre y corre: cargar teléfonos, lámparas, subir agua a los tanques... tremenda algarabía despertando a los vecinos. En fin, un acontecimiento”, relató Alex Picart, residente de 60 años en Guanabacoa, al este de la capital.
El apagón, que comenzó el viernes en la noche, afectó la vida cotidiana de la mayoría de los 9,7 millones de cubanos. La falta de electricidad dejó a muchas familias sin agua ni gas, afectó las comunicaciones telefónicas en varias regiones y paralizó casi por completo el transporte público.
El colapso se originó en la subestación de Diezmero, en las afueras de La Habana, donde una falla provocó una pérdida significativa de generación en el occidente del país, lo que derivó en la caída del Sistema Eléctrico Nacional.
Cuba sufrió en el último trimestre de 2024 tres apagones generales, dos de los cuales se extendieron por varios días.
Sistema eléctrico en crisis
La isla atraviesa una profunda crisis económica desde hace más de cuatro años y enfrenta un sistema eléctrico deteriorado, con averías constantes y escasez de combustible.
Las ocho termoeléctricas cubanas, construidas en su mayoría entre las décadas de 1980 y 1990, sufren fallas recurrentes o deben suspenderse por largos periodos de mantenimiento.
El país también depende de centrales eléctricas flotantes alquiladas a una empresa turca y de generadores que requieren combustibles difíciles de importar debido al embargo estadounidense vigente desde 1962.
Ante esta crisis, el gobierno planea instalar en 2025 al menos 55 parques solares con tecnología china, que aportarían 1.200 MWh y permitirían cubrir el 12% de la generación eléctrica con fuentes renovables.
Para 2030, Cuba aspira a producir más de 2.000 MWh con energía solar, lo que elevaría al 37% la participación de las energías renovables en la red nacional.