La tregua entre Israel y Hamás comenzó a correr después de que la Operación Pilar de Defensa, encabezada por el Gobierno israelí en respuesta a ataques desde Gaza, atizó las tensiones entre los dos territorios. El embajador israelí en Costa Rica habló ayer sobre la posición de su país en la crisis. Lo hizo en su despacho, donde un televisor mostraba las protestas en Egipto, garante de la tregua.
La intención era frenar los ataques con cohetes que, durante años, las organizaciones terroristas Hamás, la Yihad Islámica y otras ramas radicales en Gaza realizan contra nuestra población. Se advirtió, a través de la comunidad internacional, de que Israel ejercería su derecho de autodefensa, pero ellos no hicieron caso y llegó el momento en que el Gobierno debió defenderse.
Para tener proporción de hasta qué punto toma el Gobierno en consideración la vida humana, se debe mirar lo que está pasando en Siria. El Gobierno sirio está bombardeando con aviones, sin clemencia, a sus propios ciudadanos.
”Lamentamos mucho las víctima civiles inocentes, pero son consecuencia de dos condiciones: Hamás los usa como escudos humanos y los de Hamás atacaron solo a ciudadanos israelíes. Ellos no tienen ningún criterio; en cambio, el soldado y el piloto israelí está haciendo todo lo posible para que la operación sea solo contra aquel terrorista por lanzar el cohete.
”Si uno hace un balance de la magnitud de lo que hubo estos días, con casi 200 víctimas, es poco a lo que hubiera sido si hubiéramos actuado en forma diferente, como actúan árabes entre árabes”.
Se ha oído esa versión, pero la democracia israelí ha demostrado que eso no es cierto. Tenemos un sistema democrático con elecciones libres; nuestros líderes se lanzan a las campañas por motivos internos. Las decisiones en seguridad nacional se toman por encima de cualquier cálculo político.
La tregua habla de dos etapas: una de cese de fuego y otra de cumplir los entendimientos y elaborar protocolos de cómo será la situación en el futuro. Esa etapa está por iniciarse. Según lo que leí en la noticia, los palestinos de Gaza, los de Hamás, se apresuraron para ir a la cerca con Israel sin preaviso, amenazando...
En Gaza no se puede saber si son campesinos o soldados. Es muy difícil saberlo. El mismo campesino al que ves cultivar la tierra es el que puede lanzar un cohete.
Como no había entrado ningún protocolo, los guardianes actuaron según su reglamento. Lo que tengo entendido es que, como cuando se tuvo una avalancha de gente, se intentó frenarlos y decirles que se movieran, que no estaban actuando correctamente.
Israel no quita el derecho a vivir en la franja de Gaza, pero hay reglas de juego en las zonas de frontera y esas parece que las violaron. Yo creo que esta es la primera indicación de que Hamás y las otras organizaciones no vinieron a este arreglo con buena fe. De nuestra parte, así como cumplimos los acuerdos con Egipto y Jordania, lo haremos en esta ocasión.
No hemos perdido un aliado porque el presidente Mursi dijo que mantendrá el acuerdo de paz entre Israel y Egipto (1979). Eso indica que con Mubárak o Mursi, Egipto ve la paz con Israel como un pilar para la estabilidad de la región.
En el tono, sí. La retórica de Mursi no es nada simpática al oído del israelí o del interlocutor internacional que quiere ver ahí una calma y tranquilidad. Sin embargo, como dijo nuestro presidente, Simón Peres, lo que valoramos son los hechos. En ese caso, dicen que el liderazgo de Mursi fue constructivo y el hecho es que salió una tregua.
No. Hay una frustración entre los ciudadanos del sur y un segmento muy importante de la ciudadanía de que esta confrontación no acabara con un resultado definitivo. El Gobierno, con una visión más amplia de la situación, decidió no pasar a la segunda fase que el mundo esperaba: la invasión terrestre.
Lo veremos en las elecciones.
Lo que ocurre en el mundo palestino es difícil de prever. Puede ser que este llamado triunfo pueda, si hay elecciones nacionales en la ANP, cambiar el balance entre Hamás y Fatá. Israel está con la posición seguir los diálogos de paz con los palestinos y su liderazgo legítimo, que este caso es Abás y Fatá, para llegar al objetivo deseado por todos: dos Estados para dos pueblos.
En los Acuerdos de Oslo, firmados con la ANP, se dice que la solución debe nacer de negociaciones directas y tocando todos los temas. Lo que están haciendo los palestinos es tratar de forzar una solución y no negociar una solución.
Israel existe hace 65 años. Hemos tenido muchas guerras que ningún israelí quería. Cualquier judío que viene aquí lo hace por un sueño milenario, pero quiere sobrevivir y vivir bien. ¿Qué hay en el fondo de todo el conflicto árabe-israelí? Los del Hamás lo reflejan en sus declaraciones, al decir que Israel no tiene derecho de exisitir, que es un Estado ilegítimo... Pasó mucho tiempo para que un país árabe, Egipto, entendiera que por la fuerza no habrá solución, y que Israel nació, existe y va a luchar por su existencia.