La selva del Darién, ubicada en entre Colombia y Panamá; y el mar Mediterráneo son dos escenarios mundiales donde la tragedia de la migración no tiene freno.
En el continente americano, más de 400.000 migrantes han cruzado en este 2023, en su ruta hacia Estados Unidos, la selva del Darién, en la frontera con Colombia, informó este jueves el ministerio de Seguridad Pública.
Esta cifra récord es un 62% superior a todo el año anterior, cuando por la inhóspita jungla pasaron 248.000 personas, en un país con una población de 4,2 millones de habitantes.
Según información oficial, “hasta el 27 de setiembre de este año, la cifra de migrantes irregulares llegó a 402.030 personas”, dijo el ministerio de Seguridad en un comunicado.
La nota añade que el ingreso diario a las comunidades fronterizas con Colombia ha llegado hasta las 4.000 personas, en su mayoría de Venezuela, Haití, Ecuador y Colombia, aunque también hay chinos y afganos.
Por su parte, Europa también trata de contener, y ordenar, las masivas migraciones que no tienen precedentes este 2023.
Miles de migrantes, provenientes de Asia y África, se aventuran por este mar, que baña 21 países, para tratar de llegar a suelo europeo.
El número de migrantes que murieron o desaparecieron intentando cruzar el mar Mediterráneo este verano se triplicó en comparación al mismo período del año pasado, informó este viernes la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Entre junio y agosto, al menos 990 personas murieron o desaparecieron en la peligrosa ruta del Mediterráneo central que conecta África y Europa, frente a 334 en los mismos meses de 2022, según la agencia de la ONU para la infancia Unicef.
La agencia no dijo cuántos niños murieron en el intento de cruzar el Mediterráneo, aunque sí precisó que 11.600 menores no acompañados figuran entre los migrantes que trataron de llegar a Italia por mar entre enero y septiembre, un 60% más que en los primeros nueve meses de 2022.
“El Mediterráneo se ha convertido en un cementerio para los niños y para su futuro”, dijo a propósito Regina De Dominicis, directora regional de Unicef para Europa y Asia Central.
“El trágico balance de niños muertos en busca de asilo y seguridad en Europa es fruto de decisiones políticas y de un sistema migratorio deficiente”, añadió.
Según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, más de 2.500 migrantes murieron o desaparecieron al intentar cruzar el Mediterráneo hacia Europa desde principios de año, un 50% más que en el mismo período de 2022.
Costa Rica y Panamá conversarán sobre Migración
Para tratar esta situación, el presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, visitará Panamá el 5 y 6 de octubre para reunirse con su homólogo, Laurentino Cortizo.Para tratar de contener esta ola migratoria, las autoridades panameñas anunciaron el pasado 9 de setiembre una serie de medidas, como el aumento de las deportaciones de aquellas personas que ingresen de manera irregular al país.
La frontera natural del Darién, de 266 km de largo y 575.000 hectáreas de superficie, se ha convertido en un corredor para los migrantes que, desde Sudamérica, tratan de llegar a Estados Unidos a través de América Central y México.
La situación ha obligado al gobierno panameño, junto a organizaciones internacionales, a instalar centros de atención para migrantes en distintos puntos del país.
Sin embargo, el ministro de Seguridad Pública, Juan Pino, advirtió este jueves que “ya se sobrepasó” la capacidad de Panamá “para atender a los migrantes irregulares que están de paso”.
“Se hace un esfuerzo sobrehumano”, agregó Pino.