Washington. AFP. Unos miles de personas se reunieron ayer frente al Congreso en Washington para pedir la legalización de los inmigrantes indocumentados en Estados Unidos, en un acto con menos asistentes que los esperados por los organizadores.
La Alianza Somos América (WAAA, por sus siglas en inglés) y la Coalición de Inmigración del Área Metropolitana de Washington (NCIC), convocaron a una “megamarcha” con la meta de congregar a cientos de miles de personas, como ocurrió el 10 de abril, cuando 200.000 marcharon en Washington.
Sin embargo, según fuentes policiales consultadas, apenas unos pocos miles de personas acudieron a la cita para pedir la aprobación de una reforma migratoria que abra paso a la legalización de unos 12 millones de indocumentados, antes de las elecciones legislativas del 7 de noviembre.
Los organizadores del evento no quisieron dar cifras sobre la concurrencia que, escasa, muestra el debilitamiento de un movimiento formado por hispanos y otras comunidades de inmigrantes que tratan de aumentar la presión sobre el Congreso para aprobar la reforma.
En el acto habló el senador demócrata Edward Kennedy, quien en un mensaje en español dijo que “si el Congreso no aprueba esta ley, en noviembre se va a elegir otro Congreso que lo hará”.
No obstante, varios congresistas de la mayoría republicana, como el líder del Senado, Bill Frist, ya descartaron que el Congreso apruebe la reforma antes de los comicios, en los que se renovarán la totalidad de los 435 escaños de la Cámara de Representantes y la tercera parte del Senado.
El movimiento de inmigrantes hispanos surgió tras la aprobación en diciembre de una ley de inmigración por la Cámara de Representantes que incluía solo medidas represivas para frenar la inmigración ilegal.
La movilización perdió fuerza a medida que el Senado avanzaba con su propio proyecto que prevé fortalecer el control en la frontera, aunque abriendo la puerta a la regularización de los cerca de 12 millones de indocumentados.
Desde entonces, los legisladores no han hecho nada, levantando las críticas de los demócratas que han hablado de demagogia por parte de los republicanos en el tema de inmigración.