Como una estrategia de intimidación y control social. De esa forma describen el despliegue militar realizado desde el pasado martes 30 de enero en diferentes puntos de El Salvador, según defensores de derechos humanos salvadoreños .
Para los especialistas, que esta medida ocurra a pocos días de las elecciones del próximo 4 de febrero, cuando los salvadoreños elegirán al presidente y diputados para el próximo periodo, no es poca cosa. Este medio realizó un recorrido en diferentes puntos de San Salvador y observó la presencia de efectivos militares.
David Morales, jefe de Justicia Transicional de Cristosal, considera que el Gobierno está utilizando a los militares como una estrategia de control social. “Está utilizando la militarización como una estrategia de intimidación, de control social y control político. Estamos observando que la Fuerza Armada (FAES), junto a la Policía, ha sido la causante de miles de detenciones arbitrarias durante el régimen de excepción”, mencionó.
“En el contexto electoral en el que estamos, llama la atención este despliegue militar. En un país como el nuestro preocupa mucho, porque venimos de un conflicto armado”
— Gabriela Santos, Directora del Idhuca
“No existirá una votación libre, informada, íntegra. No tendremos elecciones limpias por la reforma electoral arbitraria, por las campañas ilegales, pero porque estamos bajo régimen de excepción y los cuerpos policiales y militares están en un despliegue absurdo con fines de intimidación de votos de oposición o voto del descontento”, agregó Morales.
Gabriela Santos, directora del Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana (IDHUCA), coincide con Morales y cuestionó que el despliegue militar se realice en el contexto electoral.
“Llama la atención el por qué del despliegue militar y, aparte, en un país como el nuestro preocupa mucho, porque venimos de un conflicto armado donde sabemos que los militares no deben tener funciones de seguridad pública”, aseguró.
El más reciente informe del Índice de Paz Global ubicó a El Salvador entre los países con mayor militarización. Nuestro país fue ubicado en el puesto 134 de 163 países evaluados. Además, el gobierno del presidente Nayib Bukele ha duplicado la cantidad de efectivos militares desde el año 2019 y le ha otorgado a la FAES el presupuesto más alto de su historia.
“No existirá una votación libre. No tendremos elecciones limpias por la reforma electoral, por las campañas ilegales, pero porque estamos bajo régimen de excepción”.
— David Morales, de Cristosal.