Berlín. Fuertes lluvias e inundaciones dejaron al menos 68 muertos y numerosos desaparecidos en Europa, la gran mayoría de ellos en Alemania, en una tragedia que varios políticos achacan al cambio climático.
La situación más dramática se vivió este jueves en el oeste de Alemania, en las regiones de Renania del Norte-Westfalia y Renania-Palatinado, cuyas autoridades elevaron el balance de víctimas a 59 fallecidos y decenas de heridas.
Numerosos municipios todavía estaban incomunicados la noche de este jueves y decenas de personas seguían desaparecidas, por lo que se teme un balance más elevado.
En Bélgica, el temporal dejó al menos nueve muertos y cuatro desaparecidos. También se registraron daños materiales importantes en Luxemburgo y Holanda, que ordenó la evacuación de miles de personas por temor a la crecida de un río.
‘Una tragedia’
“Es una catástrofe, una tragedia”, indicó la canciller Angela Merkel desde Washington, en el inicio de una visita oficial en la que recibió condolencias del presidente Joe Biden. La dirigente alemana aseguró que el Estado “hará todo” para asistir a los afectados.
La mitad de las víctimas mortales, “al menos 30”, se produjeron en la región Renania del Norte-Westfalia, la más poblada del país. El resto fueron en la vecina Renania-Palatinado.
Además, un vocero policial indicó que unas 70 personas están desaparecidas.
En el municipio de Schuld, al sur de Bonn, la Policía contabilizaba decenas de desaparecidos después de que la crecida de un río se llevara seis casas.
Se pidió a los habitantes que enviaran a la Policía videos y fotografías que pudieran proporcionar pistas sobre sus familiares desaparecidos.
En la localidad de Mayen, en Renania-Palatinado, las calles estaban completamente inundadas.
“¿De dónde viene toda esta lluvia? Es una locura. Hacía un estruendo espantoso”, cuenta Annemarie Müller, que apenas durmió durante la noche.
“En el 2016 vivimos inundaciones muy fuertes, pero esto es aún peor”, agregó Uli Walsdorf, subjefe de los bomberos en Mayen.
“La situación es muy alarmante”, manifestó al diario Bild, Armin Laschet, dirigente de Renania del Norte-Wesfalia y candidato a suceder a Merkel en setiembre, tras visitar algunos lugares inundados de su estado.
En esta región dos bomberos perdieron la vida en las labores de rescate y otras dos personas perecieron en sótanos inundados.
Unos 135.000 hogares estaban sin electricidad el jueves por la mañana y las autoridades tuvieron que evacuar a los casi 500 pacientes de la clínica de la ciudad de Leverkusen.
En todo el oeste de Alemania las escenas se repetían: ríos desbordados, árboles arrancados, carreteras y casas inundadas.
En total, se desplegaron más de 15.000 efectivos de rescate, de la Policía y el Ejército en las regiones más afectadas. El ministro de Finanzas, Olaf Scholz, visitó el lugar y estimó en cientos de millones de euros los daños.
Cambio climático
“Estos caprichos meteorológicos extremos son las consecuencias del cambio climático”, dijo el ministro de Interior, Horst Seehofer.
“Esto significa que tenemos que acelerar las medidas de protección del clima”, indicó, por su parte, Laschet.
Una atmósfera más cálida retiene más agua y puede provocar precipitaciones de intensidad extrema que pueden tener consecuencias devastadoras en zonas urbanas con cursos de agua mal drenados y con construcciones en áreas inundables.
Bélgica, Luxemburgo y Holanda, países vecinos de las regiones alemanas más afectadas, también sufren las inclemencias del clima.
Bélgica desplegó al Ejército en cuatro de sus diez provincias para ayudar en las tareas de socorro y evacuación. El país ha notificado nueve fallecidos y cuatro desaparecidos y teme una crecida del río Mosa a la altura de Lieja.
Holanda espera que este río alcance un nivel histórico el viernes a su paso por la provincia de Limburg y ordenó la evacuación de miles de personas.
En la ciudad de Maastricht, las autoridades esperan que el río se desborde de madrugada, indicó la televisión pública NOS. Según la agencia de prensa ANP, el Mosa debe alcanzar su nivel más alto en dos siglos.