Washington. El cambio climático atribuido a la actividad humana incrementó al menos siete veces la probabilidad de que se generen las condiciones meteorológicas propicias para los incendios forestales registrados en Canadá en 2023, según un análisis científico publicado este martes.
El estudio, realizado por el grupo World Weather Attribution, también revela que durante el año las condiciones favorables para los incendios fueron un 50% más intensas debido al calentamiento global, principalmente causado por la quema de combustibles fósiles.
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Clair Barnes, estadista medioambiental del Imperial College de Londres y autora principal del estudio, destacó: “A medida que continuemos calentando el planeta, este tipo de fenómenos se volverán más frecuentes y más intensos”.
Canadá se encuentra actualmente enfrentando la temporada de incendios más devastadora de su historia, provocada por temperaturas récord, baja humedad y un deshielo prematuro de la nieve. En total, se consumieron casi 15.3 millones de hectáreas, una superficie mayor que la de Grecia y más del doble del récord anterior de 1989.
Esta crisis resultó en la evacuación de aproximadamente 200,000 personas, con al menos cuatro víctimas mortales y la propagación del humo de los bosques en llamas que causó peligrosa contaminación del aire en gran parte de Canadá y su extensión hacia el sur, afectando también a Estados Unidos y provocando un aumento en las visitas a las salas de emergencia, e incluso, el cierre de escuelas.
A finales de julio, los incendios forestales liberaron más de 1,000 millones de toneladas de dióxido de carbono directamente a la atmósfera, así como metano y óxido nitroso, lo que equivale a otros 110 millones de toneladas de dióxido de carbono en términos de efecto invernadero, según una investigación reciente.
El estudio en cuestión se centró en la provincia oriental de Quebec, analizando áreas con climas y vegetación similares. Esta región experimentó un número excepcionalmente alto de incendios en mayo y junio, coincidiendo con registros nacionales de temperaturas inusualmente altas de 0.8 °C.
Debido a la complejidad de los incendios forestales y su relación con múltiples factores, los investigadores se enfocaron en las condiciones favorables para los incendios utilizando el Índice de Clima de Incendios (FWI, por sus siglas en inglés), que integra temperatura, velocidad del viento, humedad y precipitación.
Estos datos se recopilaron de enero a julio para evaluar la gravedad de las condiciones durante toda la temporada.
Aunque los incendios en Quebec fueron sin precedentes, el análisis del registro climático reciente indica que las condiciones estacionales que los provocaron ya no son infrecuentes, ocurriendo aproximadamente una vez cada 25 años, lo que significa que ahora tienen al menos un cuatro por ciento de posibilidades de ocurrir anualmente.
Para entender la contribución del calentamiento global causado por la actividad humana, los científicos emplearon simulaciones de modelos computacionales para comparar el clima actual, con aproximadamente 1.2 °C de calentamiento global desde finales del siglo XIX, con el clima del pasado.
Estas simulaciones demostraron que el cambio climático incrementó al menos siete veces la probabilidad de estaciones de esta severidad en comparación con la era preindustrial.
Barnes subrayó que esta estimación representa un límite inferior y que los investigadores optaron por ser conservadores debido a la incertidumbre estadística.