Atenas. Grecia luchó este domingo contra tres grandes incendios forestales en el norte, el sur y el este del país, con el temor de que la ola de calor que azota a todo el país provoque nuevos siniestros. En la isla de Lesbos, el siniestro que se declaró el sábado provocó la evacuación de unas 200 personas del pueblo de Vryssa, ya que las llamas se encontraban a 500 metros de algunas viviendas, afirmó el vicealcalde del oeste de Lesbos a la radio Skai.
El domingo por la tarde, el pueblo de Stavros también tuvo que ser evacuado. Sin embargo, el fuego ya había provocado la evacuación de cientos de turistas y residentes de la ciudad turística de Vatera, indicó la televisión pública ERT, citando fuentes oficiales. Al menos cuatro casas fueron destruidas, informó el medio.
Desde el sábado, Grecia sufre una ola de calor que, de acuerdo con las previsiones, durará 10 días con temperaturas de hasta 42 grados Celsius en algunas zonas.
En el norte del país, los bomberos, ayudados por voluntarios, siguen luchando por cuarto día consecutivo contra un violento incendio en el Parque Nacional de Dadia, el mayor lugar de la Red Natura 2000 de Grecia, conocido por su colonia de buitres.
Las llamas, muy difíciles de combatir, según el portavoz de los bomberos Yiannis Artopoios, obligó a las autoridades a evacuar el pueblo de Dadia el sábado por la noche, mientras que en el Peloponeso (sur), tres pueblos tuvieron que ser evacuados después de que se declarara una emergencia con fuego cerca de Krestena e Ilia, la tarde del domingo.
También hay una orden de evacuación preventiva para las localidades de Krestena, Makrisia y Skillountia, informó el vicegobernador de la región de Ilia, Vassilis Giannopoulos. Más de 70 bomberos están desplegados en la zona con 24 vehículos y el apoyo de dos aviones cisterna y un helicóptero.
En la isla de Creta, se produjo un siniestro cerca de Festos y el miércoles, un incendio forestal en las montañas cercanas a Atenas dañó viviendas y obligó a abandonar sus hogares a varios centenares de personas, a pocos kilómetros de la localidad costera de Mati, escenario en 2018 del peor desastre provocado por una emergencia de este tipo en Grecia, en el que murieron 102 personas.
Los científicos, creen que la proliferación de fenómenos meteorológicos extremos es una consecuencia directa del calentamiento global, con emisiones de gases de efecto invernadero que aumentan en intensidad, duración y frecuencia.
El año pasado, una ola de calor y de incendios forestales destruyeron 103.000 hectáreas y provocaron la muerte de tres personas en Grecia.
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