Greenville. El monstruoso incendio Dixie, en el norte de California, se convirtió en el segundo mayor incendio forestal de la historia del estado, informaron autoridades estadounidenses este domingo, cuando tres personas fueron reportadas desaparecidas y miles huían del avance del fuego.
Este domingo, el fuego había destruido 187.562 hectáreas, lo que supone un aumento con respecto a la jornada anterior, en la que habían sido arrasadas 181.187 hectáreas. Ahora cubre una superficie mayor que la de Los Ángeles.
El Dixie es el mayor incendio forestal activo en Estados Unidos, pero además uno de los 11 grandes incendios forestales de California.
Durante el fin de semana superó al del Mendocino Complex, del 2018, para convertirse en el segundo peor de la historia del estado, según las autoridades.
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El sábado, el gobernador Gavin Newsom visitó el histórico pueblo de Greenville, que quedó calcinado, y expresó su “profunda gratitud” a los equipos que luchan contra las llamas.
Además, dijo que las autoridades tenían que dedicar más recursos a la gestión de los bosques y a la prevención de incendios.
Sin embargo, añadió que “las sequías se están volviendo mucho más pronunciadas, hace más calor que nunca... tenemos que reconocer directamente que estos son incendios forestales inducidos por el clima”.
El cambio climático amplifica las sequías que resecan las regiones, creando las condiciones ideales para que los incendios forestales se extiendan sin control e inflijan daños materiales y medioambientales sin precedentes.
El incendio, que el sábado dejó tres bomberos heridos, permanecía contenido en un 21% este domingo, sin cambios respecto al día anterior, informó el sitio web de CalFire.
Las cuadrillas estiman que el fuego, que comenzó el 13 de julio, no se extinguirá antes del 20 de agosto.
Aumentará la temperatura
Los vientos débiles y el aumento de la humedad han ayudado a los bomberos, quienes sin embargo se están preparando para las altas temperaturas que se espera que superen los 38 grados centígrados a mediados de la semana.
El intenso humo hacía que la conducción fuera peligrosa para los equipos de bomberos en algunas zonas, y los senderos empinados también dificultaban el acceso.
Los ocho mayores incendios forestales de California se han producido desde diciembre del 2017. Las cicatrices aún ennegrecidas de los incendios anteriores en ocasiones han ayudado a las cuadrillas del incendio Dixiee, puesto que reducen el combustible disponible.
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Miles de residentes han huido de la zona y muchos encontraron alojamiento temporal —incluso viviendo en tiendas de campaña— en el área, a menudo sin saber si sus casas se han salvado.
El sábado, la oficina del alguacil del condado de Plumas dijo que seguía buscando a tres personas desaparecidas, después de que otras dos fueran encontradas durante el fin de semana.
El Dixie Fire ya ha destruido cerca de 400 estructuras y destruyó el pueblo histórico de Greenville. CalFire indicó que desplegó trabajadores en un esfuerzo por salvar las casas en las ciudades de Crescent Mills y Hunt valle.
Más de 5.000 personas están luchando contra el incendio Dixie.
A pesar de las repetidas órdenes de evacuación de las autoridades, algunos residentes se han negado a huir, porque prefieren intentar combatir el fuego por su cuenta en lugar de abandonar su propiedad.
A finales de julio, el número de hectáreas quemadas en California aumentó en más de un 250% con respecto a 2020, que ya había sido el peor año de incendios forestales en la historia moderna del estado.
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Una sequía prolongada que, según los científicos se debe al cambio climático, ha dejado gran parte del oeste de Estados Unidos y Canadá reseca y vulnerable a incendios explosivos y altamente destructivos.
Una investigación preliminar arrojó que el incendio de Dixie puede haberse iniciado cuando un árbol cayó sobre un cable eléctrico de la empresa regional Pacific Gas & Company (PG&E), un operador privado al que se culpó anteriormente del incendio de Camp en el 2018, que mató a 86 personas.