París. Los bomberos consiguieron salvar “la estructura” de la catedral de Notre Dame de París y seguían luchando contra el incendio que derribó la aguja, redujo a cenizas buena parte del tejado, y tuvo al mundo en ascuas durante horas.
“Reconstruiremos” la catedral, prometió poco antes de la medianoche del lunes el presidente Emmanuel Macron.
“Se ha evitado lo peor, aunque todavía no hemos ganado la batalla totalmente”, añadió el mandatario, visiblemente emocionado, antes de agradecer a los bomberos por haber salvado las dos torres y la fachada del monumento.
Era la noticia que toda la ciudad esperaba con el corazón en un puño tras ver las impresionantes imágenes de las llamas devorando el edificio.
“El fuego bajó de intensidad”, declaró el secretario de Estado de Interior Laurent Nuñez, muy aliviado.
La catedral del siglo XII alberga obras de arte de valor incalculable y es una de las atracciones turísticas más famosas del mundo, inmortalizada en la novela de Víctor Hugo Nuestra Señora de París de 1831.
Un emblema de París
La catedral Notre Dame de París es un edificio histórico de Francia y el monumento más visitado de Europa.
FUENTE: Agence France-Presse (AFP). || W.S. INFOGRAFÍA / LA NACIÓN.
Aún se desconoce la causa del incendio, pero la prensa francesa informó de que una brigada de bomberos de París indicó que el fuego “podría estar ligado” a un proyecto de renovación de $6,8 millones en la aguja de la iglesia, que cuenta con 250 toneladas de plomo.
La Fiscalía descartó que se trate de una deflagración provocada o que tenga posibles móviles relacionados con el terrorismo, e indicó que lo estaba considerando un accidente.
Rápida propagación
El fuego, que se declaró alrededor de las 16:50 GMT (10:50 a. m. hora de Costa Rica) en la parte superior del templo y se propagó rápidamente al tejado.
Las llamaradas quemaron el techo de madera de más de 100 metros de longitud, conocido como “el bosque” por el gran número de vigas que hubo que utilizar para instalarlo.
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En declaraciones junto al viceministro del Interior, Laurent Nunez, el lunes por la noche, el jefe de bomberos Gallet puntualizó que “dos terceras partes del techo están destrozadas” , e indicó que trabajarían toda la noche para enfriar el edificio.
Por la noche había indicios de que el incendio estaba cediendo, ya que podían verse luces en las ventanas de la fachada de la catedral, aparentemente de investigadores que inspeccionaban.
La enorme nube de humo visible a kilómetros de distancia envolvió el monumento, en el inicio de la Semana Santa.
En poco más de una hora el fuego echó abajo la aguja de 96 metros de alto, uno de los símbolos de París, provocando un grito de horror entre la muchedumbre agolpada en los puentes del Sena y en las calles adyacentes.Con su caída desaparece una parte de la historia de la Ciudad Luz.
“París está desfigurada. La ciudad nunca volverá a ser como antes”, lamentaba Philippe, un francés de unos 30 años.
“Todo está siendo devorado por las llamas”, lamentó el portavoz de la catedral gótica, André Finot, que llegó a temer por la estructura, que data del siglo XIX de un lado y del XIII del otro.
Alrededor de 400 bomberos se movilizaron con 18 mangueras tras descartar el uso de aviones cisterna para evitar que la presión del agua provocara un colapso del monumento.
La Alcaldía de París puso en marcha una operación para “salvar todas las obras de arte”.La corona de espinas y la túnica de San Luis, dos de las reliquias más importante, están a buen resguardo, afirmó monseñor Patrick Chauvet, el rector del templo.
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Restaurar el edificio llevará “años de obras”, estimó el nuevo presidente la Conferencia Episcopal de Francia, Eric de Moulins-Beaufort.
El magnate francés François-Henri Pinault donará 100 millones de euros para la renovación del templo.
“Mi padre (François Pinault) y yo hemos decidido desbloquear (...) una suma de 100 millones de euros para participar en la reconstrucción completa de Notre Dame”, indicó François-Henri Pinault, cuya familia posee un conglomerado de marcas de lujo.
“Esta tragedia golpeó a todos los franceses y a todos quienes están vinculados a los valores espirituales. Frente a un drama como este, todo el mundo desea volver a dar vida a esta joya de nuestro patrimonio”, añadió François-Henri Pinault, presidente de dicho holding y del grupo de lujo Kreing.
Una parte de la isla de la Cité, el barrio donde está ubicada la catedral, fue evacuada.Por la noche, cientos de personas se reunieron para rezar en el Pont aux Changes, situado frente al monumento.
“Estoy muy triste, inmensamente triste y vacío”, confesó Stéphane Seigneurie, un consultor de 52 años, interrumpiendo su oración. “Desde que vivo en París es un punto de referencia. Vengo a menudo [...] es un lugar extraordinario que se mezcla con la historia de Francia”.
De la mano con París
Notre Dame acompañó la historia de París desde la Edad Media. Sus campanas anunciaron el 24 de agosto de 1944 la liberación del yugo de los nazis y en ella se celebró 26 años más tarde el funeral del presidente Charles de Gaulle.
“Es horrible que esto haya pasado, además de todo lo que ha vivido París recientemente”, afirmó Nathalie Cadwallader, de 42 años, en referencia a los atentados yihadistas que mortificaron la ciudad con decenas de muertos en el 2015.
Informado de la catástrofe, el presidente Macron anuló el discurso previsto para anunciar medidas frente a la crisis de los “chalecos amarillos” y acudió al lugar del siniestro.
“Emoción de toda una nación. Pensamientos para todos los católicos y para todos los franceses. Como todos nuestros compatriotas estoy triste esta noche de que se queme esta parte de nosotros”.
Notre-Dame is aflame. Great emotion for the whole nation. Our thoughts go out to all Catholics and to the French people. Like all of my fellow citizens, I am sad to see this part of us burn tonight. https://t.co/27CrJgJkJb
— Emmanuel Macron (@EmmanuelMacron) April 15, 2019
La catedral, con alrededor de 13 millones de visitantes al año, es el monumento histórico más frecuentado de Europa y fue inmortalizado por Víctor Hugo en El jorobado de Notre Dame. Víctor Hugo, indignado por el estado “inadmisible” del monumento, comenzó en 1831 a escribir esta obra, quejándose de su deterioro.
No fue el único escritor conmovido por su belleza. El poeta romántico Gérard de Nerval, escribió un año después: “Aunque Nuestra Señora es muy vieja, es posible que algún día sepulte a ese mismo París que ella ha visto nacer”.
Entre las obras de arte más reconocidas en su interior están sus tres ventanas rosadas, ubicadas a lo alto de las caras oeste, norte y sur de la estructura.
La historiadora francesa Camille Pascal declaró a la televisora BFM que el incendio marcó “la destrucción de una herencia invaluable”.“La catedral ha vigilado a París por 800 años”, resaltó.