Pekín. Las lluvias récord que azotaron el norte de China dejaron al menos 78 muertos, según un balance difundido este viernes por las autoridades, quienes advirtieron sobre nuevas inundaciones ante la aproximación de otra tormenta.
El balance de víctimas por las inundaciones, desde el 31 de julio, continuó aumentando, ya que este viernes se reportaron un total de 29 muertos en la provincia de Hebei, fronteriza con Pekín, según informaron autoridades citadas por la televisión estatal CCTV.
“Hay todavía 16 desaparecidos”, añadieron.
Además, al menos 33 personas murieron en Pekín debido a la violenta tormenta y las posteriores inundaciones ocurridas desde finales de julio, según declararon las autoridades esta semana.
En la vecina provincia de Jilin, en el noreste del país, catorce personas fallecieron después de las lluvias torrenciales de la semana pasada.
En la provincia de Liaoning, también colindante, se informó de dos muertes tras los primeros días de intensa lluvia a finales de julio.
La tormenta Doksuri, que azotó la China continental como tifón hace dos semanas, provocó las precipitaciones más severas desde que comenzaron los registros hace 140 años.
Millones de personas se vieron afectadas por fenómenos meteorológicos extremos y olas de calor prolongadas en todo el mundo durante las últimas semanas.
Los científicos aseguran que la frecuencia e intensidad de estos fenómenos aumentan con el cambio climático.
En alerta por Khanun
Se esperan fuertes lluvias durante el fin de semana a medida que la depresión tropical Khanun, anteriormente un tifón, se acerca a China.
Los niveles de alerta de emergencia se mantienen en todo el norte de China, según informó la agencia estatal de noticias Xinhua. Las principales vías fluviales están siendo monitoreadas de cerca.
Las calles de ciertas partes de la provincia de Hebei seguían cubiertas de fango durante esta semana.
Los habitantes trataban de salvar sus bienes y limpiar sus casas deterioradas.
La agencia Xinhua informó este viernes que un equipo de control de inundaciones se envió a la provincia de Liaoning, donde “la situación de inundaciones locales sigue siendo grave”.
En una visita la semana anterior a las poblaciones afectadas por las inclemencias climáticas, el jefe del Partido Comunista en la provincia, Ni Yuefeng, dijo que las cuencas de retención de aguas pluviales de Hebei “debían aprovecharse” para “reducir la presión sobre Pekín” actuando como “diques” de contención.
Existen sospechas de que esta gestión para limitar las afectaciones en la capital habría agravado las consecuencias de las lluvias en Hebei.
Los medios estatales chinos alabaron los esfuerzos del gobierno para atenuar los daños causados por las inundaciones, destacando historias de solidaridad y de los funcionarios que trabajan incansablemente en las operaciones de socorro.
Pero una semana después de la primera crecida, algunos pobladores dijeron que no fueron debidamente alertados por las autoridades sobre el peligro de inundaciones.
En Zhuozhou, una población de Hebei muy afectada en la periferia de la capital, segmentos enteros quedaron sumergidos. Cultivos, comercios y hogares se encontraron inundados por dos metros de agua.
El miércoles 9 de agosto, el gobierno chino declaró que destinará 1.000 millones de yuanes ($139 millones) como indemnización a las víctimas de las zonas inundadas.
LEA MÁS: Lluvias torrenciales en China dejan 62 muertos
De acuerdo con la agencia Xinhua, este fondo cubrirá “los daños causados a los cultivos, las explotaciones ganaderas y avícolas, los bosques comerciales, las viviendas y la maquinaria agrícola”.
El país espera fuertes lluvias también este fin de semana debido a la aproximación de la tormenta tropical Khanun, que azotó Japón y Corea.