Pekín. Las lluvias torrenciales que azotaron el norte de China en los últimos días dejaron un saldo lamentable de al menos 62 personas fallecidas, según el balance difundido este miércoles. Esta cifra triplica el número de víctimas registrado únicamente en Pekín durante el lapso de una semana.
El tifón Doksuri, previamente categorizado como tormenta tras su paso por Filipinas, devastó parte del territorio chino la semana pasada, generando precipitaciones inusualmente intensas que ocasionaron daños de considerables proporciones.
La ciudad de Pekín, que experimentó las mayores precipitaciones de los últimos 140 años, así como la vecina provincia de Hebei, fueron las zonas más afectadas por este fenómeno climático.
Este miércoles, el número de víctimas mortales a causa de estas tormentas ascendió a un mínimo de 33 personas, de las cuales 18 se encuentran desaparecidas exclusivamente en Pekín. Además, tormentas devastadoras impactaron también en el noreste de China, en regiones cercanas a Rusia y Corea del Norte.
Desde el 1.°de agosto, el conteo de fallecidos en la capital ascendía a 11 personas.
“Quiero expresar mis más sinceras condolencias”, manifestó el vicealcalde de Pekín, Xia Linmao, en una rueda de prensa, durante la cual también solicitó un momento de silencio en honor a las víctimas.
Condiciones meteorológicas extremas y consecuencias fatales
En la provincia de Hebei, colindante con Pekín, se reportaron 15 víctimas mortales, mientras que otras 14 perdieron la vida en la región nororiental de China, área crucial para la producción de cereales, debido a las inclemencias del tiempo.
En la región más septentrional de Heilongjiang, los medios de comunicación estatales informaron que el nivel del agua en decenas de ríos ha superado los “niveles de alerta” en los últimos días.
“Las inundaciones aún me generan temor al recordarlas”, expresó Zheng Xiaokang, un oficial de policía de la aldea Jiangxi, en declaraciones a la agencia de noticias Xinhua.
“La persistente lluvia intensa y el aumento del caudal del río habrían causado una devastación mayor si no hubiéramos logrado evacuar a tiempo a los residentes”, afirmó Zheng.
Clima extremo y víctimas en otras partes del país
China también enfrentó en los últimos meses condiciones climáticas excepcionales y temperaturas inhabituales que afectaron otras regiones del país.
En la provincia montañosa de Sichuan, ubicada en el suroeste, al menos 7 personas perdieron la vida este miércoles debido a una repentina crecida del río Longxi, informó la agencia Xinhua.
La tragedia ocurrió cerca de las 10:00 a. m. (hora de China) cerca de una presa en un conocido destino turístico de Ya’an, cuando un grupo de personas que se encontraba tomando fotografías fue arrastrado por la fuerte corriente de agua, según reportó la televisión estatal CCTV.
Imágenes difundidas por la cadena muestran a personas luchando para mantenerse a flote en medio de la corriente y gritando en busca de ayuda.
“Las autoridades locales de seguridad pública, así como los bomberos y otros departamentos, continúan realizando esfuerzos de búsqueda y rescate”, aseguró la CCTV.
En las últimas semanas, China experimentó lluvias torrenciales de una magnitud sin precedentes que causó daños en infraestructuras e inundaciones en diversas áreas, incluyendo los alrededores de Pekín.
Estas catástrofes naturales resultaron en un total de 147 víctimas fatales o desaparecidas durante el mes de julio, tal como anunciaron las autoridades el pasado viernes. Cabe destacar que esta cifra incorpora en parte las víctimas del tifón Doksuri.