Estambul. Los impresionantes incendios que afectan desde hace siete días al suroeste de Turquía rodean una central termoeléctrica cercana a la ciudad de Milas, mientras las evacuaciones de residentes siguen ante el avance de unos fuegos que ya causaron ocho muertes.
El alcalde de Milas, Muhammet Tokat, alertó en repetidas ocasiones sobre la aproximación del incendio a una central termoeléctrica de esta ciudad costera, mostrando imágenes de las llamas devorando una colina alrededor de la supuesta ubicación de la planta.
El martes por la tarde, el fuego todavía no había sido controlado y había superado “el punto crítico”, advirtió.
Este país de 84 millones de habitantes vive horrorizado por las imágenes de los incendios más mortíferos y destructores en varias décadas, que están poniendo en cuestión la gestión del presidente Recep Tayyip Erdogan.
Las llamas arrasan bosques, cultivos y establos, pero también zonas habitadas en el litoral del mar Mediterráneo y Egeo, con turistas y residentes huyendo despavoridos en barcas.
Un equipo de la AFP en la ciudad de Marmaris vio ganaderos sacar a sus asustados animales de establos en llamas y conducirlos hacia la relativa seguridad de la playa.
“Una de mis vacas murió quemada”, afirmó Mevlut Tarim, granjero de 67 años de Hisaronu, cerca de Marmaris.
“Nunca vi nada igual. No lo puedes llamar fuego, era realmente como una bomba”, relató.
Turistas y residentes atrapados tuvieron que ser evacuados en barco ante la propagación de las llamas por fuertes vientos y las altas temperaturas, superiores a 40ºC en numerosas ciudades.
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Este calor provocó también un aumento récord en el consumo de electricidad, dando lugar a cortes de corriente el lunes en Ankara y Estambul.
También Grecia y Albania
En la vecina Grecia, afectada también por la peor canícula en treinta años, un fuego a 30 km de Atenas provocó el cierre parcial de una importante autopista que une la capital griega con el norte y el sur del país y la evacuación de al menos 300 personas.
Más de medio millar de bomberos, ayudados por helicópteros y aviones, batallan contra este incendio al norte de Atenas. En los últimos días, el país ha vivido varios fuegos de importancia en Acaya, cerca de Patras, en el Peloponeso y en la isla de Rodas.
Las llamas también arden en Albania, con temperaturas muy altas que avivan una docena de fuegos.
La Policía del país informó que un hombre de 64 años murió y su mujer quedó gravemente herida al verse atrapados por las llamas alrededor de su casa en la región sureña de Gjirokastra, cerca de la frontera con Grecia.
Recientemente, España e Italia también combatieron contra las llamas. En el norte de Europa, Finlandia se enfrenta al peor incendio en medio siglo.
Numerosos expertos vinculan estos sucesos al cambio climático y al calentamiento global, que en el futuro puede aumentar la intensidad y frecuencia de los fuegos.
Críticas a Erdogan
En Turquía, el principal partido de oposición, el Partido Republicano del Pueblo, reprochó a Erdogan haber desmantelado la infraestructura de una organización semipública que disponía de aviones antiincendios claves en estos casos.
Estos aparatos fueron enviados desde España, Croacia, Rusia, Ucrania, Irán y Azerbaiyán, países a los que Erdogan agradeció su ayuda en un mensaje de Twitter.
El líder turco se convirtió también en objeto de burlas en redes sociales después de su visita a la zona afectada el pasado fin de semana, durante la cual lanzó bolsas de té a unos atónitos vecinos.
Ante el descontento, el jefe de comunicaciones de la presidencia turca, Fahrettin Altun, se quejó de las “falsas noticias” que son compartidas para dar la impresión de una Turquía “débil”.
De su lado, el consejo turco del audiovisual (RTUK) advirtió a las cadenas televisivas contra la difusión de informaciones sobre los incendios que puedan “provocar miedo e incertidumbre” en la población y pidió emitir imágenes únicamente de aquellos fuegos que han sido extinguidos.