Lisboa. Cientos de bomberos enfrentan un incendio activo desde hace cuatro días en el suroeste de Portugal en medio de un episodio de canícula intensa que afecta tanto a Portugal como a la vecina España, manteniendo en alerta a la mayor parte de la península ibérica.
Unos 900 bomberos respaldados por diez aeronaves se movilizaron en Odemira, cerca de la región turística del Algarve, donde ya ardieron varias miles de hectáreas, según las estimaciones iniciales.
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En la noche del lunes al martes, el comandante de la protección civil portuguesa, José Ribeiro, informó a los periodistas que se logró “estabilizar el perímetro” del incendio, aunque aún existen “dos puntos críticos” que requieren “esfuerzos considerables”.
Este lunes, los habitantes de alrededor de veinte municipios y los turistas alojados en establecimientos de turismo rural tuvieron que ser evacuados, siendo acomodados en una escuela convertida en albergue.
Desde el sábado, cerca de 1.500 personas fueron desplazadas en total, mientras que unos cuarenta individuos, entre ellos 28 bomberos, recibieron atención médica de urgencia, de acuerdo con la protección civil.
Otro incendio relevante, en la región de Leiria, en el centro de Portugal, aparentemente se calmó en la noche del lunes al martes, después de haber arrasado aproximadamente 7.000 hectáreas.
Unos 2.800 bomberos y 16 aeronaves estaban movilizados en todo el territorio portugués el martes por la mañana.
Las temperaturas deberían descender ligeramente el martes, aunque podrían alcanzar los 40 grados en algunas áreas, después de haber alcanzado los 46,4°C el lunes en Santarem, en el centro del país, lo que podría establecer un récord para 2023, según una estimación inicial de la agencia meteorológica portuguesa.
El estado de alerta se mantiene en ambos lados de la frontera, con el suroeste de España en alerta naranja el martes, mientras que la provincia de Córdoba, en Andalucía, se encuentra en nivel rojo, indicando un riesgo extremo, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
En España, las temperaturas podrían llegar a los 44 grados este martes, especialmente el miércoles, cuando se espera el pico de esta ola de calor, la tercera del verano, destacó Aemet.
Se prevé que este episodio continúe hasta el jueves, con alrededor de una docena de provincias españolas en alerta roja el miércoles, incluyendo Andalucía, la región de Madrid, Castilla-La Mancha e incluso llegando tan al norte como el País Vasco y sus alrededores.
Durante el fin de semana, más de 1.000 hectáreas fueron consumidas por las llamas en España, mientras que un nuevo incendio inició el lunes por la tarde en Extremadura, una región vecina de Portugal, que los bomberos no lograron controlar durante la noche.
La península ibérica se encuentra en la vanguardia del calentamiento global en Europa, experimentando una multiplicación de episodios de canícula, sequía e incendios.