Sverdlovsk. Regiones del centro de Rusia sufren incendios forestales “extremos” en plena ola de calor, y después de que el fuego arrasara Siberia este verano.
En la región de Sverdlovsk, en los Urales, decenas de bomberos luchan contra 15 incendios forestales y el Ministerio ruso de Emergencias afirma que se alertó del “peligro de incendio extremo”.
En las imágenes difundidas en las redes sociales, se podía ver cómo las llamas bordeaban por ambos lados la autopista federal que une Ekaterinburgo, principal ciudad de la región, a Perm, otra gran aglomeración.
Los medios locales aseguran que las autoridades cerraron buena parte de la autopista durante el martes.
En Mordovia, región al sureste de Moscú, unos cincuenta bomberos se encontraron esta semana en medio de un “círculo de fuego” en el incendio de una reserva natural. Tardaron varias horas en salir, según indicó este miércoles un comunicado de la antena local del Ministerio de Emergencias.
En la región de Nizni Nóvgorod, al este de Moscú, los Ministerios de Emergencias, Defensa y la Guardia Nacional enviaron nueve aviones para intentar contener un incendio que penetraba en Mordavia.
También se desplegaron cerca de 1.200 bomberos, según el Ministerio de Emergencias.
El presidente Vladimir Putin dijo que Rusia tendría que sacar conclusiones de los devastadores incendios forestales en Siberia y prometió más de $300 millones para proteger los bosques.
Desde hace varios años Siberia se ve afectada por importantes incendios, cuya intensidad se agrava cada año, algo que los expertos consideran causado por el cambio climático, la negligencia y los insuficientes presupuestos destinados a la gestión forestal.
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En la fría región de Sajá (noreste), la república más grande de Rusia, cubierta de permafrost, las llamas quemaron una zona mayor que Portugal.
En las zonas más afectadas, las autoridades pidieron a Moscú recursos y apoyo económico para afrontar las pérdidas.