Quito. Militares, policías y bomberos de Ecuador concentraron el miércoles la búsqueda de víctimas entre el fango y los escombros que quedaron en una cancha deportiva de Quito, arrasada por un aluvión, y que dejó al menos 24 muertos.
Los rescatistas rastrean lo que era la cancha en la que un numeroso grupo de personas, entre deportistas y público, fue sorprendido por decenas de miles de metros cúbicos de lodo que descendieron con violencia de las faldas de volcán Pichincha, donde se levanta la capital.
“Fueron carros, postes, árboles” arrastrados, manifestó a la prensa el joven Cristian Criollo, quien busca a su hermano que figura entre los seis desaparecidos hasta el momento a causa del siniestro.
“No aparece, lo hemos buscado por todos lados”, añadió.
El espacio deportivo quedó devastado al ser lo primero que encontró a su paso la potente correntada que se precipitó por una de las quebradas más pronunciadas de la ciudad, con una inclinación de 40%, según el alcalde Santiago Guarderas.
El aluvión deja hasta el momento 24 fallecidos, 53 heridos y seis desaparecidos, de acuerdo al más reciente balance del municipio capitalino.
Se estima que la mayoría de las víctimas se encontraba en la cancha, donde se disputaba un campeonato de vóley.
“Vamos a cercar lo que se denomina la zona cero, la cancha de vóley, y todo el sector aledaño va a ser limpiado”, dijo a la prensa Guarderas.
Añadió que los socorristas, que en el área levantaron una bandera de Ecuador en honor a las víctimas, realizarán allí tareas de búsqueda hasta el jueves “para ver si se encuentra, lamentablemente, algún fallecido más, y luego ya entrar a la limpieza de ese sector”.
“Se estaba jugando un campeonato de vóley. Esto generó que tengamos este numero fatal de víctimas”, añadió.
Quito, con 2,7 millones de habitantes, afronta una de las mayores y letales destrucciones.
A causa de las lluvias más intensas en dos décadas, lodo, piedras y troncos descendieron desde la montaña y se desplazaron a lo largo de 2 km de la avenida La Gasca, en el noroccidente y la más golpeada por el torrente.
El lunes cayó un aguacero que se prolongó durante 17 horas y alcanzó el récord de 75 litros por m2, cuando se pronosticaba 2 litros por m2. Un embalse que contenía el agua de la montaña, con capacidad para 4.500 m3, colapsó al recibir un caudal casi cuatro veces mayor.
El aluvión destruyó viviendas, vehículos y postes eléctricos.
“Es un evento totalmente extraordinario, es un fenómeno natural”, sostuvo el alcalde capitalino, anotando que el balance incluye a 340 personas afectadas.
La época de lluvias, que desde octubre golpea a 22 de las 24 provincias ecuatorianas, deja hasta el martes 41 muertos, 73 heridos, 361 damnificados y 3.176 afectados, de acuerdo con el Servicio Nacional de Gestión de Riesgos.
Las afectaciones alcanzan a carreteras, áreas agrícolas y viviendas, así como centros de salud y de educación.