La tormenta de nieve Elliot, que atraviesa Estados Unidos, generó un efecto que provocó asombro en los espectadores, pues las cataratas del Niagara están semi congeladas.
Desde el 23 de diciembre las temperaturas en el gigante norteamericano comenzaron a disminuir y algunos estados registraron hasta -50°C producto de la tormenta de nieve. Para este miércoles se registran 53 muertes confirmadas por la nevada; de ellas 31 ocurrieron en el condado de Erie, que incluye la ciudad de Buffalo, en Nueva York, donde el presidente Joe Biden aprobó el lunes el estado de emergencia.
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Sin embargo, las imágenes captadas en las últimas horas desde las cascadas dejaron ver que Elliot también afectó el paisaje y la naturaleza, pues distintos audiovisuales y fotografías muestran placas de hielo que cubren partes del destino turístico —ubicado entre el estado de Nueva York y Ontario, en Canadá—, así como secciones del río totalmente congelado.
Las imágenes también permitieron constatar que se formaron importantes montañas de hielo cerca de la orilla y los territorios cercanos quedaron cubiertos por una extensa capa blanca.
¿Tiene que ver el cambio climático?
Normalmente se asocia el cambio climático a los fenómenos que tengan que ver con el calentamiento global, pero lo cierto es que la intensificación de diversos fenómenos meteorológicos; como inundaciones, sequías, ciclones, temporales y nevadas, también tienen relación con la problemática ambiental.
Tal y como lo explica el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) en sus informes recientes, el cambio climático sí tiene una influencia en las nevadas, pues cuando aumenta la evaporación de las masas de agua de lagos, mares y océanos, aumenta la humedad que favorece las nevadas intensas cuando entra el invierno. Asimismo, el aumento de la temperatura disminuye la probabilidad de nieve en algunas zonas.