Washington. Diplomáticos de Rusia y Estados Unidos cerraron sus valijas este sábado para volver a sus países de origen, en medio de una crisis sin precedentes entre Moscú y Occidente por el envenenamiento de un exespía ruso en Reino Unido.
Alrededor de 50 hombres, mujeres y niños abandonaron la embajada de Rusia en Washington en un autobús azul que se dirigió hacia el Aeropuerto Internacional Dulles.
En total, 171 personas abandonarán el país en la jornada. El gobierno ruso brindó dos aviones para transportarlas, uno de los cuales hará una breve escala en Nueva York.
Al mismo tiempo, los camiones de mudanza iban y venían este sábado por la mañana de la entrada del consulado de Estados Unidos en San Petersburgo, mientras la bandera estadounidense ya no figuraba en el lugar.
La ola de expulsiones entre Occidente y Rusia empezó con el envenenamiento del exespía ruso Serguéi Skripal y su hija Yulia el pasado 4 de marzo en Inglaterra.
Además de Estados Unidos, más de una veintena de naciones -incluidos países miembros de la Unión Europea y de la OTAN- anunciaron la expulsión de más de 150 diplomáticos rusos en solidaridad con el Reino Unido por el envenenamiento de Skripal.
Reino Unido ha acusado de ese envenenamiento a Rusia, que ha negado reiteradas veces estar implicada en el caso.
Francia, Alemania, Canadá, Polonia, Australia y Ucrania anunciaron que Rusia expulsó a algunos de sus diplomáticos.
La tensión aumentó este sábado cuando Rusia advirtió a Reino Unido que debe retirar a más de 50 diplomáticos del país, una medida que se produce después de que 23 diplomáticos británicos abandonaran Moscú, y que en represalia el gobierno británico pidiese a sus aliados que expulsasen también a diplomáticos rusos.
LEA MÁS: Occidente expulsa 116 diplomáticos de Rusia en respuesta a envenenamiento de exespía
“Rusia sugirió paridad. La parte británica tiene más de 50 personas más”, afirmó a la AFP la portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, María Zajárova.
Rusia también cerró el consulado británico en San Petersburgo y cesó las actividades del British Council.
El viernes Moscú convocó al embajador británico Laurie Bristow y dio un mes de plazo a Londres para que reduzca su número de diplomáticos al mismo nivel que tiene Rusia en el Reino Unido
En Londres, una portavoz del Foreign Office declaró el sábado que se “estudian las implicaciones” de las medidas anunciadas por Moscú.
Por su lado, el ministerio ruso de Relaciones Exteriores había indicado el viernes que se remitió al embajador británico en Rusia, Laurie Bristow, una nota de protesta en relación con “las acciones provocadoras e infundadas de la parte británica, que ha sido la instigadora de la injustificada expulsión de diplomáticos rusos por parte de varios Estados”.
El pulso diplomático entre ambos países vivió un nuevo episodio este sábado con el registro policial de un avión de la aerolínea rusa Aeroflot en un aeropuerto londinense.
El avión fue inspeccionado por la policía fronteriza y luego fue autorizado a continuar su viaje, explicó el gobierno británico. La embajada rusa calificó el registro de “nueva y flagrante provocación”.
Por otro lado, Reino Unido estudia la petición de Rusia de obtener un acceso consular a Yulia Skripal, envenenada con un agente neurotóxico junto a su padre.
El hospital de Salisbury, en el suroeste de Inglaterra, donde está siendo tratada Yulia Skripal, de 33 años, informó el jueves que su estado de salud mejoraba “rápidamente”. La BBC afirmó que está consciente y puede hablar.
Su padre, Serguéi Skripal, de 66 años, sigue en estado crítico pero estable.
Ambos fueron hallados inconscientes el 4 de marzo en un banco de Salisbury a raíz de un envenenamiento con un agente neurotóxico militar que Londres y sus aliados imputan a Rusia pese a los desmentidos de Moscú.