Bruselas. Los seis aspirantes a vicepresidentes de la Comisión Europea, entre ellos la española Teresa Ribera, enfrentan este martes las preguntas de la Eurocámara, en audiencias que revelan las divisiones políticas en el bloque.
Con estas audiencias, el proceso de confirmación de los futuros comisarios europeos llega a su momento decisivo.
Las primeras audiencias de la jornada correspondieron al italiano Raffaele Fitto y la estonia Kaja Kallas, dos de los seis candidatos a vicepresidentes de la Comisión, un cargo de alta relevancia estratégica.
Kallas, de 47 años y crítica de Rusia, fue nominada para asumir la jefatura de la diplomacia de la Unión Europea (UE), en sustitución del español Josep Borrell.
La exprimera ministra de Estonia subrayó una de sus prioridades: que la UE respalde a Ucrania “el tiempo que sea necesario” para defenderse de la invasión rusa.
Al ser consultada sobre su posición ante el postergado acuerdo comercial entre la UE y el Mercosur, Kallas señaló que “si no alcanzamos un entendimiento con ellos, ese vacío será rápidamente ocupado por China”.
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En el cierre de su audiencia, Kallas hizo un llamado a la unidad: “El mundo está en llamas, y por eso tenemos que permanecer unidos”, afirmó.
Por su parte, Fitto fue designado como comisario europeo de Cohesión y Reformas, aunque sus vínculos con el gobierno de extrema derecha en su país generan dudas sobre la aprobación de su nombre.
En su intervención, Fitto insistió en que no representaba a “un partido político” y buscaba reafirmar su “compromiso con Europa”.
Ribera, asignada como comisaria europea a cargo de una Transición Justa y Limpia, enfrenta la oposición de eurodiputados de extrema derecha.
Durante la jornada también se evaluarán a otros aspirantes: el francés Stéphane Séjourné (Estrategia Industrial), la búlgara Roxana Minzatu (Población, Habilidades y Preparación) y la finlandesa Henna Virkunen (Seguridad y Democracia).
La atención, sin embargo, está centrada en las audiencias de Fitto y Ribera.
Los partidos de centro e izquierda en el Parlamento Europeo cuestionan la decisión de la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, de otorgar a Italia, bajo un gobierno de extrema derecha, una vicepresidencia.
Para estos bloques, la designación refleja el avance de la extrema derecha en el bloque y contradice el acuerdo político que permitió la reelección de Von der Leyen en julio.
Equilibrio delicado
Legisladores del bloque de Socialistas y Demócratas (centroizquierda) amenazan con votar en contra en la sesión plenaria donde se confirmarán todos los comisarios, si Fitto no es removido del grupo de vicepresidentes.
El grupo de extrema derecha Reformistas y Conservadores (ECR, leal a la primera ministra italiana, Giorgia Meloni), optó por la moderación en los interrogatorios a los primeros 20 aspirantes hace una semana.
Ribera, una de las figuras de mayor peso político entre los designados para esta Comisión Europea, enfrenta la resistencia de la derecha, al asumir una cartera de gran responsabilidad en temas ambientales.
Ribera, de 55 años y ex vicepresidenta del gobierno de Pedro Sánchez, probablemente será cuestionada por su postura contraria a la energía nuclear.
Se espera que intente convencer a los sectores de derecha de su compromiso de equilibrar objetivos climáticos con crecimiento económico.
También es probable que enfrente preguntas sobre la respuesta de su gobierno a las devastadoras inundaciones en la región de Valencia.
La Comisión Europea asegura el cumplimiento de la legislación en áreas clave como comercio, competencia y tecnología.
Cada estado de la UE designó a un representante para integrarse en el organismo.
Los vicepresidentes poseen competencias específicas y coordinan el trabajo de otros comisarios en temas relacionados.
Von der Leyen, quien representa a Alemania, distribuyó carteras según la experiencia y la influencia política de los candidatos.
Las audiencias permiten al parlamento mostrar su fuerza frente al poder ejecutivo del bloque. Al menos un candidato fue rechazado en este proceso desde 2004.
Una vez ratificado por el Parlamento, el equipo iniciará un mandato de cinco años a partir de diciembre.